Fue detenido por interrumpir el tráfico y destruir propiedades

 

Chen Guangcheng es un chino de 38 años condenado en 2006 por las autoridades chinas por interrumpir el tráfico y destruir propiedades durante una manifestación de protesta. La realidad es que Chen había denunciado la existencia de 7.000 abortos forzados por las autoridades chinas de planificación familiar para cumplir con el objetivo del hijo único.

Acaba de ser liberado y se reafirma en sus principios: No he cambiado en absoluto. Para completar la historia de este héroe, resulta que Chen es ciego tras haber perdido la vista en su niñez. La inclusión de la discapacidad no es el fuerte de China, así que se le impidió estudiar. Estudiar en la escuela, se entiende, porque Chen se busco la vida y es todo un autodidacta. Un conocimiento que le permitió asesorar a los campesinos en disputas de tierras y a los ciudadanos que sufrían los abusos de las autoridades.

A pesar de la alegría por su liberación, los organismos de derechos humanos denuncian que la salida de la prisión no es más que el cambio de pena de privación de libertad por otra de prisión domiciliaria perpetua.

Andrés Velázquez

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