Señor Fuentes Brito, le escribo en respuesta a sus declaraciones.

 

El daño esta hecho, y los crímenes y las muertes que nos proyectan los medios de comunicación es apenas la punta de un iceberg de miles de toneladas de peso.

La cantidad de adictos en nuestras sociedades no las sacia ni la legalización ni la misma droga, es casi un caso perdido.

Tengo años trabajando con jóvenes adictos a distintas sustancias, alcohol principalmente, y es increíble el esfuerzo que tienen que hacer estos muchachos para mantenerse sobrios. Primero porque la mayoría de nosotros no da al problema la seriedad que amerita, y segundo porque todo o casi todo lo que se mueve alrededor de nosotros gira en torno a un trago u otras cosas.

Es como si no hubiera otra forma de divertirse más anestesiados por algún tipo de sustancias.

Para que tenga la idea, en los USA se consumen al año unas 7.5 billones de píldoras PROZAC. Ni hablar de otras marcas.

En Dominicana se consumen al año unos 500 millones de litros de bebidas alcohólicas de todo tipo.

¿Cuántos kilos y onzas se consumirán de Coca, Marihuana, X, Y, Z...?

Creo que legalizar la droga en nuestro tiempo ya no tendrá el efecto que debió de procurarse hace muchos años atrás: salvaguardar la integridad física y psíquica de nuestros hijos.

Anexo este artículo que me ha parecido fenomenal en oposición a la típica propuesta de legalizar la droga.

Decía un amigo hace unos días, hablando sobre el tema, que basta escuchar a una madre o a un hermano de una persona adicta, contar lo que le ha pasado, para uno ablandar el corazón y decir que no a ninguna de estas propuestas descabelladas.

Mario R. Saviñón