• El presidente ecuatoriano descarta reformar la Constitución para aspirar a la reelección.
  • Muy al contrario que Evo Morales en Bolivia, Daniel Ortega en Nicaragua o Mel Zelaya en Honduras.
  • En 2008 consiguió sacar adelante una reforma Constitucional que limitaba la sucesión de mandatos presidenciales, permitiendo enlazar solamente dos.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa (en la imagen), ha descartado que vaya a promover una reforma de la Constitución para poder aspirar a la reelección, de acuerdo con la entrevista publicada este lunes por el diario ecuatoriano 'El Telégrafo'.

"Es un gran daño que una persona sea tan indispensable, que haya que cambiar la Constitución para afectar las reglas del juego. Hay gente capaz", ha dicho, interrogado sobre si se plantea la posibilidad de aspirar a un cuarto mandato consecutivo.

En la campaña electoral de 2013 ya anunció que esos serían los últimos comicios presidenciales a los que concurriría
Correa llegó al cargo tras ganar las elecciones presidenciales de 2006 y fue reelegido en 2009 y 2013. En 2008 consiguió sacar adelante una reforma Constitucional que limitaba la sucesión de mandatos presidenciales, permitiendo enlazar solamente dos.

En la campaña electoral de 2013 ya anunció que esos serían los últimos comicios presidenciales a los que concurriría, aunque adelantó que no se retiraría definitivamente de la política ecuatoriana.

Estas declaraciones se unen a las recientes efectuadas por Correa, en defensa de la ley natural, en temas como el aborto o la familia natural.

En Hispanidad hemos criticado a Rafael Correa en otras ocasiones. Pero últimamente se merece alabanzas.

Además, la actitud de Correa supone una lección para aquellos mandatarios hispanoamericanos que han querido o quieren perpetuarse en el poder reformando la Constitución, porque les gusta demasiado (lo cual es peligroso). Por ejemplo, Evo Morales en Bolivia, Daniel Ortega en Nicaragua; o Mel Zelaya en Honduras, aunque a este, los hondureños no le dejaron.

Es verdad que en España no hay un límite de legislaturas en las que un presidente puede gobernar. Pero en los países anteriores sí lo hay, y los presidentes citados quisieron o quieren reformar la Constitución para seguir gobernando.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com