Eso sí, el caso ha servido para que el presidente de la patronal bancaria AEB, José Luis Leal, haya perdido buena parte de su prestigio al prestarse a avalar a Botín, al igual que Manuel Olivencia, advirtiendo que los 44 millones de euros cobrados por Amusátegui y los 110 millones de Corcóstegui son habituales en el mundo de las finanzas y la gran empresa, justo cuando la presidenta de Hewlett-Pachard  se ha marchado a casa con 21 millones de dólares de indemnización.