Hay momentos en los que los responsables financieros de las telecos que operan es España preferirían serlo de las constructoras o las promotoras de obras o las inmobiliarias... Porque ser el sector más azotado por la crisis es positivo, y ser el que menos se supone- es negativo.
Tan negativo como que cualquiera se sienta con el derecho y la fuerza moral de pedirles dinero. Las compañías de telecomunicaciones están pagando una fiesta desvergonzada que están disfrutando, en solitario, las televisiones privadas. Esto es así, y lo es con el consentimiento, empuje e inestimable ayuda del Gobierno.
Ver las cifras casi marea. Telecinco, pongamos por caso: duplica hasta septiembre su resultado operativo con respecto al mismo periodo de 2009, alcanzando un EBIT de 166,88 millones de euros (26,8% sobre ingresos netos), un 102,3% más que en los primeros nueve meses de 2009, y un EBITDA ajustado de 174,15 millones de euros (28% de margen sobre ingresos netos), un 95,8% más que entre enero y septiembre del año pasado. Los ingresos por publicidad de la cadena de Vasile superan hasta septiembre los 601 millones de euros.
Antena 3, por seguir con los que mejor se lo están pasando: ha obtenido hasta septiembre un beneficio neto de 62,6 millones de euros ( 231,8%), lo que significa superar en 1,8 millones de euros el resultado obtenido en todo el Ejercicio 2009. Los ingresos netos del Grupo, por su parte, han ascendido a 570,2 millones de euros ( 14,9%), frente a los 496,3 millones obtenidos en el mismo periodo de 2009.
O sea, en el peor año de la crisis, cuando hasta la última compañía en España está viendo tambalearse sus números, los reyes de la tele se ponen las botas, y lo hacen principalmente a costa de la publicidad que golosamente se han repartido tras dejar de emitirse en la Primera y La 2 de Oliart, que total para mantener al ente público ya están las telecos. Pensarán ustedes que con eso les basta. Se equivocan.
Ahora quieren, y no parece que nuestro ínclito nuevo vicepresidente vaya a poner muchas pegas ya ha dejado claro que va a seguir la senda de De la Vega, y en este aspecto la senda es bien clara-, quedarse también con el 10% de la tartita publicitaria que aún les falta: la que emiten las autonómicas.
El secretario general de Uteca no se anda con rodeos: las autonómicas son una sangría para las cuentas públicas, dice, y han de ser financiadas con una nueva tasa. ¿A que no adivinan quién la va a pagar?
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com
