Del 20 al 22 de junio podrán ser veneradas en la iglesia del Carmelo del Sagrado Corazón, Carretera de Húmera, s/n, Aravaca.

Infomadrid, comunica: Desde la tarde-noche del próximo 19 de junio, jueves, hasta la madrugada del lunes 23 de junio, hará escala en Madrid la urna que contiene las reliquias de Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz, Doctora de la Iglesia y copatrona, -con San Francisco Javier-, de las Misiones en la iglesia universal. Las reliquias viajan con motivo de una visita espiritual desde Francia a Ecuador. El Obispo de Bayeux-Lisieux y el Cardenal Arzobispo de Madrid han autorizado esta escala entre la conexión de vuelos.

Las reliquias son veneradas habitualmente en la iglesia del Carmelo de Lisieux, donde Santa Teresa del Niño Jesús fue monja carmelita desde sus 15 años hasta el momento de su muerte, a sus 24. Desde Lisieux serán trasladadas al aeropuerto de París para ser embarcadas en un avión de IBERIA, y harán escala en Madrid hasta que puedan ser llevadas a Quito (Ecuador) en otro vuelo de la misma compañía aérea.

La urna se dirige a Ecuador cuando va a celebrarse en Guayaquil el Tercer Encuentro Americano Misionero CAM y, con ese motivo, visitará también distintas diócesis de la Iglesia en Ecuador. Como se recordará, las mismas reliquias visitaron a la mayoría de diócesis de la Iglesia en España durante el año 2003 (desde el 4 de septiembre al 22 de diciembre), a solicitud de la Conferencia Episcopal Española.

En esta ocasión se trata de una escala por razón de horarios en los vuelos. No obstante, para que las reliquias puedan ser veneradas por los fieles, en vez de permanecer en la Terminal del Aeropuerto de Barajas, serán llevadas a la iglesia del Carmelo del Sagrado Corazón, Carretera de Húmera, s/n, Aravaca (Madrid), de Carmelitas Descalzas, fundado por Santa María Maravillas de Jesús justamente hace cincuenta años, el 21 de junio de 1958.

El día 20, viernes, a las 21,00 horas, el Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, presidirá una concelebración de la Eucaristía en el mismo Carmelo; el día 21, sábado, a las 20,00 horas, la Eucaristía será celebrada por el Vicario Episcopal para la Vida Consagrada, Joaquín Martín Abad; y el domingo, 22, a las 11,00 horas, la concelebración de la Eucaristía será presidida por Mons. César Augusto Franco, Obispo Auxiliar de Madrid.

Durante esos tres días, 20, 21 y 22 de este mes de junio, y desde las 9,00 hasta las 21,00 horas, los fieles podrán acercarse a venerar y orar ante las reliquias de santa Teresa del Niño Jesús, en la iglesia del Carmelo de Aravaca.

Biografía.

María Teresa Martín, Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz, novena y última hija de Luis Martín (relojero-orfebre de profesión) y Celia Guerin, nació en Alençon, el 2 de enero de 1873; ingresó en el Carmelo de Lisieux el 9 de abril de 1888 (antes se lo había pedido personalmente al Papa León XIII); y murió en la enfermería del Carmelo el 30 de septiembre de 1897. Fueron también Carmelitas descalzas, allí mismo, otras tres de sus hermanas (María, Paulina y Celina) y otra hermana (Leonia) fue Monja de la Visitación. Sus otras dos hermanas (Elena y Melania) y sus dos hermanos (José Luis y José Juan Bautista), murieron tan prematuramente que la santa no llegó a conocerlos.

Por obediencia escribió Historia de un alma, la suya, por la que se puede conocer el camino de infancia espiritual que recorrió en tan poco tiempo y con tanta santidad. Además se conservan de ella diversas poesías, oraciones y otros escritos, y muchas cartas, junto con dichos y conversaciones -sobre todo de su última enfermedad- recogidos por sus Hermanas de comunidad en el llamado cuaderno amarillo.

Fue beatificada en 1923, canonizada en 1925 y declarada patrona universal de las Misiones en 1927 por el Papa Pío XI. Fue declarada Doctora de la Iglesia, la más joven de tos los doctores de la Iglesia, por el Papa Juan Pablo II en 1997.

En su búsqueda por una entrega absoluta al Señor y deseos de servir a la Iglesia, por fin encontró su puesto, como ella misma escribió un año antes de morir: He hallado mi puesto en la Iglesia, y ese puesto, ¡oh, Dios mío, vos mismo me lo habéis dado: en el corazón de la Iglesia, mi Madre, yo seré el amor (8-9-1896).