Sr. Director:

Después de que el Presidente de la Cosa, señor Zapatero, nos maravillara a los españoles en el debate del Estado de, la misma Cosa, con una de sus definiciones de democracia: La Democracia es tener cintura, dijo. Ayer miércoles, por la noche, nos sorprendió con otra: La democracia es tener relaciones.

Pues ni cintura ni relaciones, señor presidente. Con estas definiciones no demuestra ni más ni menos que su parquedad intelectual y su vaga sabiduría histórica. Vuelva a los clásicos señor Presidente. Viaje a los textos de la Ilustración. Deje de tomarnos el pelo.

Zapatero sabe de sobra que su victoria en las próximas elecciones generales depende de ETA. Así de duro y así de claro. Y lo sabe, vaya que si lo sabe.

La democracia es tener relaciones. Y se queda tan contento nuestro ilustre personaje. Y todo para justificar el encuentro que PSOE-BATASUNA tienen que tener porque así lo exige la ETA. No nos engañemos, aquí el que está marcando el paso, el ritmo, las condiciones, es la banda armada. Porque sigue armada, no se equivoquen ustedes.

¿Qué relaciones han permitido los etarras tener a los hijos de Fernando Múgica con su padre? ¿Qué relaciones han permitido los terroristas tener a la familia de Miguel Ángel Blanco con éste? ¿Miraremos a otro lado también, si dentro de 30 años un Presidente de la Cosa se sentara a negociar en la misma mesa, de tu a tu, con los responsables del 11-M?

A los que estuvimos el pasado 10 de junio en Colón se nos ha dicho de todo : fascistas como siempre-, fachas, extremistas, radicales, etc. También se nos ha acusado de no querer la paz. La hipocresía no tiene límites.

¿Paz? Claro que queremos la Paz. Pero hasta eso mismo es una hipocresía, ya que no estamos en guerra. En España, durante los últimos 30 años y más, unos señores se han dedicado a matar a diestro y siniestro porque el gobierno de España no cedía en sus pretensiones. Hoy, las pretensiones son las mismas, pero como el gobierno cede, pues ya no matan. Pura estrategia, pactada en Perpiñán y avalada por el PSOE. En mi nombre no, señor Zapatero.

La democracia es tener relaciones. No, señor Presidente. Eso no es la Democracia, pero no seré yo quién le muestre tan ilustre hallazgo.

Llevaba razón Teresa Jiménez Becerril cuando, el sábado pasado, decía que a lo mejor tendrían que ir sus sobrinos a Moncloa para que usted, Zapatero, les explique porque se sienta en la misma mesa con quienes mataron a sus padres. Fueron dos los tiros en la nuca. Han sido muchas las relaciones rotas.

La Democracia son relaciones dice, el tío.

Juan Pablo López

pablolt_espana_liberal@hotmail.com