• España no recauda lo suficiente -mucho menos que los países europeos- para mantener el Estado del bienestar.
  • El aumento de los ingresos del Estado ayudará a compensar el déficit y frenar la escalada de la deuda.
  • Plantea un nuevo sistema fiscal, con mayores impuestos indirectos y el aumento del IVA reducido y superreducido.
  • Deben bajar los impuestos que favorecen la creación de empleo y ve con buenos ojos la 'tarifa plana' de 100 euros.
  • El Fondo recomienda también reducir las exenciones fiscales, culpables de que el Estado no ingrese más.
  • Defiende la moderación salarial porque fortalece la recuperación y hace más sostenible el crecimiento.
  • El ajuste a la baja en el precio de la vivienda no ha llegado todavía, aunque está cerca.

El jefe de la misión del FMI para España, James Daniel (en la imagen), ha insistido hoy martes, al presentar sus conclusiones, en las recetas de siempre para que la economía española se recupere y pueda mantener el costoso Estado del bienestar. El Fondo Monetario resuelve la difícil ecuación con mayor recaudación fiscal, o sea más impuestos, aunque indirectos, y menos exenciones fiscales. Y es que en España "no entra suficiente dinero en las arcas públicas", mucho menos que en otros países europeos. Ese es su principal argumento para sugerir un nuevo sistema fiscal.

Daniels ha dicho que España debe aumentar la recaudación, que es inferior a la de otros países europeos, para compensar el déficit y frenar la escalada de la deuda. Vamos, que cuanta más recaudación haya, más se podrá gastar -un ayuda a la recuperación- pero sin endeudarse (ahora nos acercamos al 95% del PIB).

Vamos por partes. Descartada la presión fiscal directa (¡faltaría más!), Daniels ha admitido que no todos los impuestos tienen que subir, y algunos, como los que favorecen la creación de empleo, pueden bajar (o sea, lo que rebajen los costes a la contratación de trabajadores menos formados o, incluso, ve con buenos ojos la 'tarifa plana' de 100 euros). ¿Qué impuestos tienen que subir, entonces: los indirectos, o sea, los que cargan los productos, operaciones y bienes. Pero, en un alarde de 'humanidad', ha reconocido que esa subida puede afectar a las capas sociales más vulnerables, las que menos dinero tienen para gastar. Para compensarlos, ha dicho, se podría activar un programa de subsidios.

También se ha referido al IVA. No apoya una subida del tipo máximo, el 21%, pero sí a un aumento de los tipos reducido y superreducido y a un incremento de los productos que están en las categorías más altas. Se apoya, con matices: no es lo mismo gravar más la compra de un super-televisión que las patatas.

Pero aumentar los impuestos indirectos no basta. El Fondo recomienda también reducir las exenciones fiscales, culpables, a su juicio, de que el Estado no ingrese más y, sino ingresa más, no podrá sostener el bienestar que garantiza. Y es que, a su juicio, las exenciones casan poco con "mantener los mismos servicios públicos que tienen sus socios europeos". Y uno se pregunta, ¿por qué hay que garantizar el Estado del bienestar ni no se puede sostener o sostener a ese precio

¿Y qué pasa con los salarios Pues como la tasa de desempleo es muy alta, argumenta el Fondo, la moderación salarial es "lo más apropiado" para los que encuentren trabajo y "positiva" para los que ya lo tienen, porque fortalece la recuperación y hace "más sostenible" el crecimiento. La reserva ahí nos inevitables. Si los salarios no aumentar, es imposible que los ciudadanos gasten más y así las cosas, difícilmente aumentará el consumo, que tira para que la economía crezca.

También ha intervenido en la presentación del informe el economista senior del FMI, Paulo Medas, que ha completado a Daniels incidiendo en que hay que hacer todo lo posible para que los menos cualificados encuentren trabajo, lo que implica mejorar su formación, reducir las contribuciones a la Seguridad Social o utilizar diferentes tipos de contratos.

Medas se ha referido también al sector inmobiliario. Ha considerado que no ha llegado todavía el ajuste a la baja en el precio de la vivienda en España, aunque está cerca, y que "queda mucho por hacer en el sector". Hay todavía muchas viviendas por vender. Medas ha añadido, no obstante, que no hay indicios de que la inversión extranjera en inmueble, que es creciente, vaya a provocar otra burbuja inmobiliaria.

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com