• La princesa Zu Wittgenstein no tuvo encargos por parte del PP y tampoco por parte del PSOE.
  • Rubalcaba niega rotundamente que durante el mandato socialista se le encomendara función alguna.
  • En parecidos términos se han expresado los ministros Soria y García Margallo.
  • La princesa, además, ha vendido la idea de que ha hecho favores a la Corona, cuando la única que podía sacar ventajas era ella.
  • La única alemana de la que quiere hablar Rubalcaba es Ángela Merkel.

Corinna Zu Sayn Wittgenstein, la mujer gracias a la cual sabemos que no sólo son serenísimas las princesas monegascas, sino también las ex esposas plebeyas de los nobles alemanes, ha faltado a la verdad, dicho esto desde el mayor de los respetos que se merece tan alta figura, dispuesta a defender su honor con uñas y dientes con todos los abogados que sea menester.

La princesa se vendió en la entrevista de El Mundo como una altruista conseguidora a medio camino entre las espías de viejo fuste a lo mata-hari  y una rubia, que no tonta, capaz de sacarle las castañas del fuego a cualquier ministro de Asuntos Exteriores madurito y canoso. Y ha quedado muy mal. 

Hay que recordar una de las frases más relevantes que hizo en la entrevista por entregas sobre los encargos para el Gobierno español: "Ese trabajo que he realizado para el Gobierno español, cuando se me ha pedido, ha sido siempre delicado, confidencial. Son asuntos clasificados, situaciones puntuales que yo he ayudado por el bien del país".  

Pues bien, uno tras otro, salvo Cayo Lara, que ha pedido una comisión de investigación "de secretos oficiales, para conocer en qué trabaja Corinna", han restado credibilidad a las afirmaciones de la "amiga entrañable" del Rey, como ella se define.

Primero fue García Margallo: "No tengo noticias de esas gestiones y de todas formas habría que ver a qué periodo se refiere", fueron sus palabras cuando le pasó la pelota muy finamente a los socialistas.

Y en la mañana de este martes ha sido Rubalcaba quien ha negado cualquier relación con la atractiva princesa rubia: "Rotundamente no", ha dicho al ser preguntado por los trabajos delicados que Corinna pudo haber prestado a los socialistas durante sus mandatos. "Normalmente esas cosas se saben en los gobiernos", ha añadido, al tiempo que ha afirmado que el Rey no debe abdicar y se ha negado a especular sobre Corinna, porque en su opinión el país no está para semejantes tonterías. 

Menos de una hora antes, José Manuel Soria negaba cualquier relación entre el ministerio de Industria y la serenísima. "Yo puedo responder por el Departamento del que soy responsable desde hace 14 meses. Ni en asuntos clasificados ni no clasificados, simplemente ninguno", ha informado en una entrevista concedida a Punto Radio. Sobre las presuntas fotografías en las que había aparecido retratrada Corinna junto a varios ministros socialistas, ha sentenciado: "Tendrían que explicarlo quienes estén".

A Rubalcaba la única alemana que le preocupa es Angela Merkel. De hecho, en los desayunos de Europa Press ha afirmado que el hecho de que un 50% de los votantes italianos hayan apoyado posturas como las de Beppe Grillo y Berlusconi, muy críticos con Europa y los dictados de la líder alemana, es significativo. También ha vaticinado que el complicado triunfo de Bersani puede servir de ayuda a Rajoy si deja de lado sus "lealtades hacia Merkel" para ocuparse tan sólo del bien de España.

¿Y qué opinará doña Ángela de todo esto Afortunadamente no hace falta tener unas piernas larguísimas, ni poner ojitos en las fotos para triunfar y, como decía Corinna en su serial en el diario El Mundo, "llevar la gestión de las relaciones estratégicas entre instituciones internacionales, gobiernos e individuos de alto valor económico". Por cierto, Corinna no le hizo ningún favor al Rey intentando colocar a su yerno.

En todo caso pudo ser el Rey quien estaba en condiciones de hacérselos a Corinna, que trabajaba, no lo olvidemos, para la fundación Laureus, necesitada de patrocinios.

Sara Olivo
sara@hispanidad.com