Sr. Director:

Debemos preguntarnos si la Humanidad tiene algo que ganar descubriendo los secretos de la naturaleza, si está lo suficientemente preparada para sacar provecho de ellos o si por el contrario estos descubrimientos no resultarán nocivos.

La cita anterior no corresponde a ningún papa ni moralista; fue pronunciada por Pierre Curie eminente físico, agnóstico para más señas - en 1904 en su discurso de recepción del Premio Nobel por el descubrimiento del radio junto con su esposa Marie Curie. Mal que les pese a muchos positivistas del siglo XXI, la suya no es la única opción: que la naturaleza - también la humana - tiene sus leyes es algo que ningún positivista puede refutar.

La degradación actual del medio ambiente natural nos demuestra tenemos demasiadas experiencias -que la naturaleza no perdona la manipulación acrítica de sus leyes. Hoy ya no vale el principio el que contamina paga; hoy debemos trabajar desde el principio de prevención sin eludir responsabilidades, o habrá que asumirlas demasiado tarde pues hay daños irreparables. ¿Manipulación de embriones humanos, adopción de niños por parejas homosexuales, inseminaciones artificiales...?

Afortunadamente aún se levantan muchas voces desde la Ciencia, las Religiones, el Cine...- que nos recuerdan que la libertad del hombre no está por encima de sus propias leyes.

Maite Pelacho

tpelacho@yahoo.es