Queda muy aparente eso de afirmar que no hay guerra buena. Y en efecto, la guerra no es más que un defecto de la paz. Pero hay guerras y guerras, como hay violencia justa e injusta. Las nuevas imágenes de la cárcel iraquí de Abu Grahib demuestran que Estados Unidos ha perdido la guerra de Iraq. Primero porque en su origen era una guerra injusta. En segundo lugar porque, quizás por injustas, tampoco se cumplieron las leyes de la guerra, que ordena respetar a civiles y prisioneros, actuar en legítima defensa y emplear medios proporcionados al ataque recibido Además de otras cosillas.

Estados Unidos ha fracasado en Iraq. Si no, ¿cómo es posible que una población aborregada por el tirano no celebre a sus libertadores sino que, por el contrario se convierta en un avispero de violencia? Abu Grahib ha generado muchos terroristas suicidas donde antes no los había, y con unos soldados que, presuntamente, habían venido para traer la democracia a un país de Oriente Medio.

Con ello no justifico la actitud de Europa, incapaz de defender sus principios ni con las palabras ni con las armas. Si fuera por Europa, el Islam ya habría pasado los Pirineos y habría llegado, pongamos, hasta la frontera rusa. Europa está vieja y decrépita, pero la joven América se ha pasado dos pueblos. No ha comprendido que el mundo no necesita un nuevo orden mundial sino un rearme moral: el que les falta a los carceleros de Abu Ghraib.

Europa, en el entretanto continúa con su Alianza de Civilizaciones, que no va a conseguir aliar, pero sí liar, a cristianos musulmanes, bajo el exquisito sentido de la concertación y reciprocidad que anima al Islam. Por decir algo, España se llena de mezquitas, pero en Arabia Saudí o Irán no dejan abrir iglesias (poseer una Biblia puede ser causa de cárcel tortura o muerte). Los islámicos continúan asesinando misioneros cristianos, mientras los musulmanes exigen en Occidente que se retiren los crucifijos de las escuelas o que las mujeres lleven velo. Se persigue a los cristianos como ciudadanos de segunda fila en todo el Golfo Pérsico mientras Rodriguez Zapatero, el mismo que no recibe al Foro de la Familia, que pone en la calle a un millón de personas, tiene tiempo para abrazarse con una veintena de líderes de asociaciones musulmanas.

Y así, agobiada por el peso iraquí, Condollezza Rice, acaba de firmar su apoyo a la Alianza de Civilizaciones, ¿Qué remedio? Irak se parece cada vez más a Vietnam, mientras surgen nuevos Vietcong, tanto en Palestina como en Irán o Corea del Norte. Estados Unidos comenzó una guerra injusta, y ahora se ve obligado a pactar con el enemigo, que no tiene ninguna gana de pactar nada, dicho sea de paso, porque considera que ahora, sí, no por el enfrentamiento directo sino por la amenaza terrorista, puede vencer. Todo por no respetar las leyes de la guerra.

Eulogio López