Siete de las nueve internas de un centro de acogida para mujeres maltratadas denunciaron el pasado 15 de enero malos tratos por parte de los gestores de la casa ante la Dirección General de la Mujer de la Comunidad de Madrid. No se trata de la primera vez puesto que ya hubo denuncia verbal el pasado mes de septiembre, un mes después de que se inaugurará la casa gestionada por la Asociación Nuevo Amanecer.

Las residentes no cuestionan que no se les preste el recurso social al que la administración se comprometió, sino que la prestación se realice en pésimas condiciones. Denuncian que la confidencialidad no es respetada por las asistentes sociales, que reciben trato vejatorio e insultos como guarra, inadaptada o sostenida y que han llegado a invitarlas a abandonar la casa cuando el compromiso es de permanencia durante un año.

Además, les facilitan la comida descompuesta y el jabón para lavar la ropa diluido en agua. Y lo peor: han permitido que se formen grupos entre la casa: las emigrantes y las españolas. No queremos volver a sufrir un maltrato por parte de la administración; ya guardamos demasiado silencio con nuestros maltratadotes, esperamos un trato digno, que es lo que nos ofrecieron, señala Mª Teresa Giraldo, una abogada colombiana residente en la casa de acogida.

Nos evaluaron nuestra idoneidad para la convivencia, no sé por qué ahora nos tachan de insociales e inadaptadas, lamenta Giraldo, que critica que no se informe convenientemente de los recursos sociales existentes ni se haya gestionado correctamente el permiso de residencia de una residente china. Además, todas las residentes han tramitado su solicitud de VPO por su cuenta sin la asistencia de las asistentes sociales.

La gerencia tampoco consigue hacer que se cumplan las normas, permitiendo que algunas residentes lleguen borrachas y quizás drogadas, denuncia Girarldo. En resumen. Una convivencia cada día más difícil que provoco la visita de la policía la pasada noche del martes.

Además, llama la atención que existiendo 25 habitaciones con posibilidad de acoger a dos mujeres por habitación haya tan sólo 11 mujeres.

- Nuevo Amanecer tuvo mucha fama por la rehabilitación de drogadictos y fueron acusados de esclavizar laboralmente a sus asistidos. ¿Es vuestro caso?, preguntamos

- No, pero le puedo decir que varias de nuestras educadoras (Ruth, Maria, Remedios) han pasado por los programas de drogodependientes

- Eso, ¿qué quiere decir?

- Que se reciclan entre ellos mismos.

Esta historia es sólo un ejemplo de lo que se viven en muchas casas de acogida. Algunas asociaciones reciben subvenciones por casas inexistentes; otras como la de esta información- se encuentran infrautilizadas. Y en muchos casos se repite la misma historia: un maltrato que se suma al maltrato de la pareja, un servicio mal prestado y un trato vejatorio.

No hay derecho a que las mujeres maltratadas resulten doblemente maltratadas. Ni a que asociaciones que prestan servicios deficientes sigan recibiendo subvenciones de la administración, porque esto no hace sino acentuar las sospechas de la existencia de una industria del maltrato.