Al cierre de la sesión bursátil del jueves, Iberdrola valía 19.167 millones de euros, mientras la capitalización de Endesa se elevaba hasta los 18.909. Es decir, las dos eléctricas suman 38.076 millones de euros

Ahora bien, sólo la eléctrica alemana EON, la de mayor capitalización del mundo, vale 49.513 millones de euros, más que Endesa e Iberdrola juntas. EON se presenta como privada, pero lo cierto es que está controlada por los lander, o comunidades autónomas alemanas.

En el ranking europeo, el segundo lugar corresponde a ENEL, 45.140 millones de euros. Naturalmente, ENEL es pública en un 30%; nada se mueve en la energía italiana si no lo autoriza Berlusconi (al igual que en la petrolera, también estatal, ENI). En tercer lugar volvemos a Alemania, con RWE y sus 28.383 millones de capitalización. Naturalmente, no contamos a la empresa más grande del mundo, la nuclear francesa EDF, monopolio estatal que no cotiza en Bolsa, pro que no por ello deja de comprar empresas en el extranjero.

En definitiva, por ser los más liberales y menos nacionalistas de todos, los que incluso hemos prohibido la fusión entre Endesa e Iberdrola, somos los candidatos mejores para ser absorbidos, especialmente tras el acuerdo entre los gobiernos francés e italiano, perdón, entre EDF y ENEL. Todo sea por la liberalización.

Por cierto, las dos eléctricas escocesas, Scottish Power y Scottish&South (no, no son marcas de güisqui) están dispuestas a fusionarse. Juntas superarían la capitalización de cualquier competidor español, con 25.129 millones de euros.

Se dirá que es difícil comprar empresas estratégicas que cuestan tanto dinero, peores que los grandes no están pensando en compra con papel, sino por intercambio de cromos, porcentaje de acciones. ¿Y cabe que un gobierno tan europeísta como el de José Luis Rodríguez Zapatero les niegue algo, por ejemplo, a franceses y alemanes?