Nos alegramos de que estén cerca de sus casas, pero no están en sus casas

 

Como muestra de buena voluntad, el Gobierno cubano ha procedido a acercar a algunos presos políticos a sus casas. Se trata de Héctor Maceda Gutiérrez, Adolfo Fernández, Sainz, Omar Moisés Ruíz Hernández, Efrén Fernández Fernández, Jesús Mustafá Felipe, y Juan Carlos Herrera Acosta. Para las Damas de Blanco -hermanas, esposas, hijas y nietas de los presos de conciencia- este gesto es insuficiente. Nos alegramos de que estén cerca de sus casas, pero no están en sus casas, señalaba este sábado Julia Núñez, esposa del periodista y preso de conciencia cubano Adolfo Fernández.
Además, gracias a la intermediación del cardenal Jaime Ortega también se liberó a Ariel Sigler Amaya. Un buen gesto, pero de nuevo insuficiente cuando el castrismo sigue manteniendo retenidas a 200 personas por razones políticas o ideológicas.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com