Ayer se consumó, con su aprobación en el Congreso, la ley de aborto. El diario La Razón lo ha hecho muy bien: ha puesto nombre y apellidos a los políticos, presuntamente de origen cristiano, que han posibilitado la aprobación que ratifica el infanticidio en España.

 

Y está muy bien, porque son las personas las que hacen las cosas, no el demiurgo universal. Sólo una puntualización: faltan todos los diputados del Partido Popular pues la postura oficial del partido sigue siendo la de aprobar la ley de 1985 y negar la de 2009, ambas hijas de la misma perra (es una expresión, no me refiero a Bibiana). Además, si realmente quería defender al no nacido, el PP debería haber presentado una proposición de ley para suprimir todo tipo de aborto y para ayudar a la madre, especialmente con la creación de un salario maternal.

En resumen, que hay que empezar a señalar con el dedo a los incoherentes. Y, de paso, negarle la eucaristía a los políticos abortistas.

Eulogio López

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