Sr. Director:
Posible titular de la prensa: "El Instituto de Medicina Regenerativa de California quiere dar prioridad ahora a la investigación con células madre adultas".

 

Pero es una noticia que no ha salido. Sí salió en 2004 otro titular, más o menos parecido al que sigue: "Conocidos artistas de Hollywood, entre ellos Christopher Reeve, aplauden la aprobación por referéndum dedicar 3.000 millones de dólares de fondos públicos a investigaciones con células madre embrionarias para curar enfermedades".

Los responsables de dicho Instituto no han querido hacer publicidad del giro dado en su política de investigaciones. ¿Qué ha pasado? Pues lo que venían diciendo los que criticaban investigar con embriones de seres humanos: que por esa línea no se conseguiría ningún tipo de terapia.

Y efectivamente, no ha habido ninguna terapia, ni ninguna cura mediante el uso de células madre procedentes de embriones. Por eso han decidido cambiar, y dedicarse más a las células madre adultas, que sí dan motivos seguros de cura a medio o largo plazo. La revista financiera Investor's Business Daily se queja del doble rasero del Instituto, dado que cuando necesitaba financiación hablaban estos años de células embrionarias, y cuando se trataba de resultados, suprimían la palabra embrionarias.

Pero abundemos más en esta interesante noticia. El mismo mes de marzo de 2009 en que en EEUU se levantó los limites establecidos a la experimentación  con embriones, la ex directora del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, Bernadine Healey, escribió en un periódico que declaraba obsoletas las células embrionarias, y que además esos tipos de células podían ser peligrosas, dado que, a diferencia de de las células adultas extraídas del paciente, las embrionarias no se pueden dominar y lograr que se conviertan en el tejido deseado. Concluye diciendo: "son los investigadores dedicados a células embrionarias quienes han politizado la ciencia, y se han interpuesto en el camino del progreso real. Por eso nos alegramos de ver que los investigadores de California vuelven a poner la ciencia en su lugar".

Esto es una muestra más de que la ciencia no está exenta de la ideología, y la búsqueda de fondos para investigar se realiza camelando a los políticos.

José Antonio Calvo Baena