Se ofrece entre un 0,4 y un 0,6% de su valor contable; por oficina, un máximo de 8 veces el beneficio. El BBVA intenta comprar oficinas en Cataluña a CatalunyaCaixa. Ibercaja cede y acepta convertirse en banco, pero no fusionarse. Frente a la insistencia del Banco de España, Amado Franco ofrece comprar oficinas a cajas en crisis

Al final, Unicaja, la entidad que preside el socialista Braulio Medel, se ha hecho con las fusionadas Caja España-Duero. En definitiva, una entidad controlada por los socialistas se hace con otra controlada por el Partido Popular. El caos provocado por el Gobierno Zapatero y el Banco de España con su 'reforma financiera de las cajas de ahorros', es decir, con la conversión de las cajas de ahorros en sociedades anónimas, se hizo bajo la premisa de despolitizar las entidades, sólo que ahora se están politizando aún más.

En cualquier caso, Amado Franco y José Luis Aguirre, presidente y director general de Ibercaja, asesorados por el ex presidente Manuel Pizarro, y con todo el apoyo de Marcelino Iglesias, presidente socialista y secretario de Organización del PSOE, ha decidido plantarle cara al Banco de España... un pelín. Han decidido desechar toda oferta de fusión. Se apoyan en un balance saneado, que cubre el 10% de capital principal que exige la nueva normativa impuesta por el Gobierno para liquidar el sector ahorro. Eso sí, están dispuestas a crecer más a costa de absorber otras entidades comprando redes de oficinas. Desde luego, muchas entidades estarían dispuestas a vender, aunque no a cualquier precio, pues ese es el problema.

En definitiva, se ha creado un mercado de venta de activos de cajas de ahorros, cuyo punto principal, y más peligroso para la economía española, son las enajenaciones de las participaciones industriales de las cajas de ahorros. Todavía no han comenzado pero estamos en ello.

Por ahora se venden oficinas. Por ejemplo, el BBVA, cuyo presidente, Francisco González, es uno de los banqueros que más ha exagerado la situación de las cajas, no por ello ha dejado de ofrecer a CatalunyaCaixa la compra de sucursales en Cataluña, donde anda mermado de escaparates. Incuso llegaría a 200 sucursales.

Con todo, lo peor de la reforma financiera de las cajas de ahorros es que no se están vendiendo: se están malvendiendo. Ahora mismo, el precio de una caja de ahorros se está valorando entre un 0,4 y un 0,6 de su valor contable. En otras palabras, a la mitad de su valor. Todos los buitres financieros del planeta, así como los bancos-buitre españoles desean que las cajas de ahorros fracasen en su reconversión para repartirse los despojos a precio de ganga.

Y lo mismo ocurre con las oficinas: por el momento, pero todo es susceptible de empeorar, se ofrecen a un máximo de 8 veces el beneficio, mientras que una sucursal bancaria no la compras por menos de 12 veces el beneficio. Pero no se preocupen, cuando la situación se pudra más, por mor de la fantástica reforma del Gobierno, apoyada por el PP, aún se comprarán más baratas.    

Y luego queda lo peor: la venta de participadas industriales, que convertirá al país en un páramo industrial o, si lo prefieren, con un tejido productivo colonizado o en manos de depredadores de las plusvalías.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com