Uno tiene su corazoncito. Y los nacionalistas vascos están muy molestos con que los socialistas se fijen en ellos ahora que ERC ha roto la barata y se descuenta el fracaso de la reforma del Estatut, del tripartito catalán y del apoyo parlamentario de ERC al gobierno. El PSOE quiere cambiar ERC por PNV. Pero no le va a salir gratis.

 

De momento, los nacionalistas recuerdan que existen 37 competencias sin traspasar. Después, apuntan a que Madrid no puede volver a frenar la reforma Estatutaria. Erkoreka promete apoyo a los presupuestos generales del Estado a cambio de que el PSE dé soporte a las cuentas que presente el PNV en el Parlamento de Vitoria.

 

Financieramente, la situación podría ser aprovechada por el PNV para pedirle al PSE que remueva los obstáculos para la fusión de las cajas vascas. El resultante sería una gran entidad financiera con músculo suficiente para aglutinar un importante conglomerado industrial al estilo La Caixa, y sumisa al poder peneuvista. La guinda para construir el Banco de Euskadi sería lograr la transferencia de las competencias de supervisión. Algo a lo que se niegan los inspectores del Banco de España, pero que podría formar parte de los acuerdos PSOE-PNV.

 

Al fin y al cabo, los socialistas ya han anunciado que todo es discutible. No conviene olvidar que en junio de 2006 finaliza el mandato del gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, y que el gobierno entonces podrá sortear la independencia del Banco Central con mayor tranquilidad.