Sr. Director:
Examinando votos y escaños en estas elecciones catalanas uno se da cuenta que el partido de Laporta sólo ha necesitado 13.000 votos para conseguir un escaño en Gerona, mientras otros partidos como Ciudadanos han necesitado casi el triple, 30.000, para conseguir lo mismo en Barcelona.
  Es una distorsión de la voluntad popular que haya escaños tan baratos y otros tan caros. No es de recibo que el voto de una persona valga el triple que otra en función de donde resida. En Cataluña tenemos una ley electoral que beneficia claramente a los partidos y a las provincias más nacionalistas. Quizá es hora de modificarla y que se aproxime al elemental principio democrático de una persona, un voto.
Carmen M. Macià