No, no parece muy elegante que Ladislao Azcona, el mandamás de Estudio de Comunicación, critique la capacidad profesional de su empleado Jesús Ortiz, padre de la actual princesa de Asturias, Leticia Ortiz Rocasolano. No, no lo parece, en primer lugar por la preeminencia laboral de Lalo Azcona sobre el padre de la futura reina, que sigue siendo su empleado. En segundo lugar, porque, puestos a poner en solfa, son hasta demasiadas las empresas que pueden poner en solfa el trabajo del propio Lalo Azcona, y su utilidad objetiva, dado que don Lalo es conocido en la City como el rey de los sablazos.