Lo más curioso que está ocurriendo en Europa es que el laicismo ya es un asunto con más morbo que otras cuestiones como la vida, la familia, el bien común, la cultura o la libertad. La sociedad parece haberse partido entre fieles y cristófobos. Éstos últimos van a por todas. En la vieja Europa, cuando no sabes qué hacer, vas y le arreas una toba al cura, o al cristiano, que viene a ser lo mismo. Ejemplo: aunque no sé por qué razón me lo esperaba: a Zapatero no se le ocurre alguna idea para afrontar la crisis económica. En consecuencia, el próximo congreso del PSOE, a falta de pugna por el liderazgo, dispondrá de cuestiones tan vitales como el aborto, la eutanasia y la laicidad, que es el femenino políticamente correcto de laicismo, que a su vez, es el masculino del neutro vamos a quemar iglesias tralalá. Es algo similar al "caca, culo, pedo pis" de los chavales de educación infantil: aborto, eutanasia y laicidad. Lo del aborto libre lo propone el lobby feminista del partido, Bibiana y otras ‘miembras'. Sin embargo, los inteligentes y las ‘inteligentas', ninguna en el lobby, saben que descartar el aborto libre sería un error, sobre todo porque el aborto libre ya está vigente en España donde cualquier ‘miembra' puede abortar en cualquier momento por el coladero del peligro para la salud psíquica de la madre. Y así se hace. Es más, promulgar el aborto libre podría despertar conciencias dormidas y agitar incoherencias flagrantes. No, lo que pretenden las ‘inteligentas' es coaccionar a los pocos jueces que se han atrevido a investigar lo evidente: que la ley de aborto no es más que un fraude de Ley. Eutanasia: pero hombre, si ya tenemos a jueces progres, como doña Manuela Carmena, que primero te firman un manifiesto judicial pro muerte digna y luego no sienten el menor pudor en absolver en un juicio rapidísimo al doctor Montes, el chico de Leganés. Los inteligentes e ‘inteligentas', saben que abrir ese melón puede resultar tóxico. Mejor dejar la normativa en la actual indefinición sobre la aplicación de sedantes, pues la corriente fluye a su favor: la sociedad española actual siente el vértigo de la nada, y le asusta más el dolor que la muerte. No por falta de esperanza en una vida allende sino por desesperanza y hastío aquende. Hoy el comentario más profundo sobre la muerte de un próximo es la siguiente: "Apenas sufrió". Lo de laicismo resulta mucho más atractivo. El hombre no concibe la vida sin lucha, sea contra los demás o contra uno mismo. Llevábamos demasiado tiempo sin una buena batalla que vivir, sin un enemigo, y ahora ya lo tenemos: los cristianos: duro con ellos. Los creyentes son los culpables . De todo, el adversario ha sido identificado y, qué quieren que les diga: no habrá prisioneros. Naturalmente esto no tiene nada que ver con una lucha por la libertad, porque la Iglesia, siempre tan puñetera, no impone, propone. Y cuando quiere imponer, le hacen cuchufletas. Esto es sencillo de comprobar. Si uno no paga sus impuestos termina en la cárcel (bueno, salvo que sea muy rico y deba muchos impuestos, en cuyo caso le libera el Tribunal Constitucional por defecto de forma), pero la policía judicial no te detiene por no ir a misa, ni tampoco porque ofendas a los creyentes, blasfemes o hagas fama y fortuna como un clericalismo tremendo. Woody Allen dice cosas graciosísimas como por ejemplo ésta: "Siempre que alguien me habla de Dios termina por pedirme dinero". Es una formación sobre la que tengo menos dudas que sobre ésta otra: es justamente al revés: ha sido el señor Woody quien se ha hecho multimillonario bromeando sobre Dios y sobre moral sexual cristiana. Así ha formado su imagen y su patrimonio. Y créanme, estamos hablando de mucho dinero. Así que, Pepiño, no pierdas el tiempo con abortos, eutanasias y otras tonterías. Ten en cuenta que, por esos predios, la ciencia, siempre tan inoportuna, juega a favor del enemigo. Un poner: cuando uno contempla el vídeo de un feto en tres dimensiones, a ver quién es el guapo que le niega su identidad humana. No, Pepiño, tú al laicismo: leña al cura hasta que hable inglés. Eulogio López eulogio@hispanidad.com