Sr. Director:
El aumento del voto xenófobo en Europa introduce un elemento tóxico y alarmante en el proyecto común.

La victoria del Frente Nacional de Marine Le Pen en Francia, el resultado de Nigel Farage del UKIP en Reino Unido y el crecimiento de opciones similares en Grecia, Austria y Hungría, así como el radicalismo de grupos izquierdistas en otros países como España, son una seria amenaza para el proyecto europeo y los valores que representa.

El populismo ha calado y toca desactivarlo y desenmascararlo. Están en juego la libertad, la prosperidad y la convivencia, que esas propuestas ponen en peligro. Como ha dicho Cañete hoy va hacer falta mucha pedagogía.

Y es que la xenofobia no puede ser un rasgo europeo.
Jaume Catalán Díaz