El 18 de marzo, en medio de un día frío y lluvioso, Nuestra Señora se le apareció a Mirjana en la Cruz Azul, al pie del Podbrdo.

Dio el siguiente mensaje:
Queridos hijos, estoy con ustedes en el nombre del más grande Amor, en el nombre de Dios querido, quien se acercó a ustedes por medio de mi Hijo y les mostró su verdadero amor. Deseo conducirlos en el camino de Dios. Deseo enseñarles el amor verdadero para que otros los vean en ustedes, para que ustedes puedan verlo en otros, para que puedan ser un hermano para ellos y que los otros vean un hermano misericordioso en ustedes. Hijos míos, no tengan miedo de abrirme sus corazones. Con amor maternal les mostraré qué espero de cada uno de ustedes, qué espero de mis apóstoles. Marchen conmigo. Gracias.
Según Mirjana, Nuestra Señora nos pidió a todos que recemos por los sacerdotes, agregando: Nuevamente, recalco que triunfaré junto con ellos.