Esto de los encuentros "discretos" comienza a multiplicarse. Primero fue la visita de Bono a Caracas. Luego, el encuentro entre Zapatero e Imaz. Y ahora, el encuentro producido hace 20 días entre Zapatero y el líder de ERC, Carod-Rovira. La vicepresidenta Mª Teresa Fernández de la Vega ha defendido el carácter "confidencial" de la entrevista entre ambos dirigentes políticos, porque "no a todos los encuentros se les da publicidad". Y para defender su postura, ha lanzado un reto : "Los políticos también nos reunimos con periodistas y propietarios de medios de comunicación y no siempre le damos publicidad, y seguro que lo entienden perfectamente". O sea, como el chiste del que va al dentista asustado, le agarra la "bata blanca" por sus partes y le susurra al oído : "¿Verdad que no nos vamos a hacer daño?".

La misma estrategia que la utilizada por el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, que un entorno empresarial apeló a la necesaria discreción cuando un presidente de una compañía habla con otro. "Esto lo entienden perfectamente". La única diferencia es que en el caso del político se trata de servidores públicos donde la transparencia debe regir sus actuaciones.

Por lo demás, De la Vega ha informado que Zapatero habló de política con Carod "especialmente del Plan Ibarretxe". Sobre el contenido de la conversación, señaló que era perfectamente conocido porque posteriormente fue expuesto ante el Congreso de los Diputados "con luz y taquígrafos". Sólo que fue posteriormente. ¿Qué interés tiene el Gobierno en estos encuentros?, pregunta una plumífera a De la Vega. "El Gobierno no tiene interés alguno, eso lo dice usted", responde abruptamente la vicepresidenta, quien adelanta que "cree" que no ha habido más contactos, aunque matiza que no conoce la agenda del presidente.

En cuanto a la posibilidad de que Zapatero hubiera garantizado con Carod que el rechazo del Plan Ibarretxe no impedía el progreso de la reforma del Estatut, De la Vega reitera que las reformas estatutarias se harán siempre que tengan encaje en la Constitución. Un discurso ligeramente diferente al pronunciado por el vicepresidente económico, Pedro Solbes, que el jueves 10 defendía que las reformas estatutarias deberían ser "café con leche para todos".

Por cierto, que sobre el posible encaje constitucional, De la Vega anuncia que el primer acto de la Comisión conjunta PP-PSOE será la elevación de un informe al Consejo de Estado sobre las reformas constitucionales que se pretenden llevar a cabo.