Es cierto que el consejero delegado de Endesa, el hombre que algunos consideran el primer hombre español de E.ON, reunió a sus directivos el pasado lunes, víspera del éxodo vacacional, para advertirles que no le gustaban las condiciones impuestas por la Comisión Nacional de la Energía a la OPA de E.ON.

Ahora bien, cometería un error quien pensara que Miranda anunciaba una rebelión contra los alemanes. Ni mucho menos. Tanto el presidente Manuel Pizarro como su consejero delegado, Rafael Miranda, continúan apoyando la Opa de E.ON, lo que no les gusta es las condiciones que la CNE ha impuesto a la empresa alemana y que implican el troceo de Endesa.

Así, se da la curiosa paradoja de que E.ON, que preferiría quedarse con Endesa toda entera, pero que, al mismo tiempo, necesita que el Consejo de Endesa aconseje a sus accionistas acudir a su OPA, se vea obligada a defender las restricciones de la CNE.

Sería raro que ocurriera algo en agosto con media España en Europa y media Alemania en Mallorca. No obstante, el único acontecimiento previsto es la reunión del Consejo de Administración de Endesa, prevista para el próximo lunes 7.