Desde su estreno en Estados Unidos, en el año 2008, La verdad de Soraya M. no ha podido contemplarse en casi ningún país. La razón hay que buscarla en que La verdad de Soraya M. critica abiertamente los excesos del integrismo islamista y los exhibidores han tenido miedo a las consecuencias de apostar en sus salas de cine por esta película incómoda y polémica. El valiente equipo detrás del cual se encuentra este film son los productores de largometrajes como La Pasión de Cristo o Bella. A ellos se ha incorporado en la promoción de la película el actor Jim Caviezel (que encarnó a Jesucristo en La Pasión) y que tiene un pequeño papel en el film.

A veces la realidad resulta más dramática que la ficción. La verdad de Soraya M. lo pone de manifiesto. Treinta años pasó el periodista franco-iraní Freidoune Sahebjam encerrado y oculto tras publicar La lapidación de Soraya M., amenazado por integristas islámicos por haberse atrevido a escribir esta historia basada en hechos reales que ahora podemos contemplar en pantalla.

Soraya era una madre de familia, a quien su marido (que deseaba el divorcio para casarse con una adolescente adinerada) acusó de adulterio, conociendo que la ley islámica la iba a  condenar por ese pecado con una de las más terribles sentencias: la lapidación. Soraya intentó, ayudada por su tía Zahra, demostrar su inocencia pero lo tenía todo en contra en un país (Irán) donde las mujeres son consideradas ciudadanas de segunda categoría. A partir de ese momento, Zahra arriesgó su vida para revelar al mundo la desgraciada historia de su sobrina y denunciar su lapidación.

Los hechos que se relatan  en La verdad de Soraya M. son terribles porque a través de ellos percibimos el sabor del mal y la perversidad humana. Todo ello traducido en imágenes en un largometraje sobrecogedor, donde se muestra con toda  crudeza la violencia que lleva implícita una  lapidación y que resulta emocionante a pesar de conocer de antemano parte de su trágico desenlace. A este respecto, y como ocurrió con La Pasión de Cristo, La verdad de Soya M. obtendrá críticas por la forma explícita de mostrar esa tremenda condena. De hecho, creo que es necesario avisar a los espectadores sensibles que los que se muestra en pantalla es durísimo. Pero diría a su favor que esas imágenes están justificadas desde el momento que sirven para denunciar esa práctica tan inhumana, que conlleva que se hace partícipe y cómplice a un pueblo de la muerte de una persona conocida (en este caso una vecina).

A pesar de todas las presiones que la película tuvo en el rodaje, y las dificultades que está teniendo en su distribución y exhibición, allí donde se ha proyectado La verdad de Soraya M. ha triunfado entre los espectadores, ocurrió en el Festival de Toronto (donde obtuvo el Premio del Público) y en el Festival de cine de Los Angeles (donde consiguió el premio de la Audiencia). Sólo cabe esperar que en España tenga una buena aceptación porque como dijo en Madrid en su presentación el actor  Jim Caviezel: El mal no tendrá posibilidad de avanzar si no tenemos miedo... Unas palabras que, en boca de un católico como él, sabemos de dónde las ha extraído

Para: Los que les gusten las películas valientes que defienden la dignidad humana y denuncian la injusticia