Repiten los medios que la imagen de España y de los españoles está bajo mínimos en Alemania. Los teutones nos llaman de todo menos bonito: vagos, pobres, egoístas, aprovechados, etc.

No hay por qué preocuparse. Yo pienso lo mismo de los alemanes, a los que añado el  calificativo de bárbaros, condición que no es de ahora, viene de atrás. Eso sí, son menos cainitas que nosotros: ellos se unen contra el exterior, nosotros estamos en permanente guerra civil.

Sé que me responderá que Alemania no es Berlín. Lo reconozco. En efecto no tiene nada que ver Prusia con Baviera, por ejemplo. Los bávaros son mucho más civilizados que los sajones. Pero todos hablan con una misma voz: la de Ángela Merkel, desde Berlín.  

Digo 'otra' merienda de negros porque la primera merienda de negros de los alemanes como colonizadores de toda la Eurozona fue la propia puesta en marcha del euro. Es decir, la unión monetaria, mucho más importante que la unión bancaria. Se lanzó el euro bajo la fórmula "una sola moneda común pero diecisiete tesoros públicos emitiendo con distintos precios. Oiga no: si cedes la soberanía monetaria a cambio debes lanzar el eurobono: que todos los países se financien al mismo precio. ¿Quién fue la gran beneficiada del modelo Alemania.

Ahora llega la unión bancaria. Esto significa tres cosas: inspección conjunta, regulación conjunta y disolución conjunta de bancos en crisis.

Las dos primeras van por buen camino. En Fráncfort, en el BCE que controla Berlín, se instalarán 700 inspectores que supervisarán la solvencia de todos los bancos de la eurozona (2014), empezando por los más grandes. A eso, Berlín no se opone. De hecho, le encanta controlar la inspección bancaria, la única competencia que les quedaba a los bancos centrales. De hecho, el Banco de España dejará de tener sentido.

Pero los alemanes se niegan a colaborar en este apartado, porque, como son los más grandes, tendrían que poner más dinero que lo demás.  

En resumen, Berlín quiere todo el poder pero sin poner dinero, ni tan siquiera el dinero que le corresponde para ser el más grande. Esto es como una panda de amigos que sale de bares la noche del sábado y, para pagar los gastos de la bebida y la comida, pusieran un dinero a escote. Sólo que el que decide a qué chigres van a acudir y, encima, el que más come y bebe, pretendiera aportar el mismo dinero, o menos, que los demás. Oiga, no.

En otras palabras. Yo mando pero no pago, o no pago lo que me corresponde por cuotas.

Y encima nos llaman vagos y egoístas. No me extraña que cada vez más españoles se vuelvan antieuropeístas y se nieguen a traspasar más competencias a Bruselas. Saben que no estarán traspasando soberanía a Bruselas sino a Berlín. Así que no debiéramos hacernos anti-europeos sino anti-germanos.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com