Desde que los países que se mueren de hambre ya no se llaman pobres, sino en vías de desarrollo, las cosas han mejorado mucho en el mundo. Lo mismo ocurre en el universo educativo. Por ejemplo, el Ministerio de educación, que lidera María Jesús San Segundo, ha decidido que el cambio de la calificación de suspenso, por la de necesita mejorar no es sufriente. Decirle a alguien que necesita mejorar puede herir sus sentimientos, dado que significa que lo hacer peor de lo debido. Por ello, San Segundo baraja otra posibilidad: Éxito aplazado. Eso sí que es talante: no es que los alumnos suspendan o necesiten mejorar. Simplemente se les concede una prórroga para alcanzar el éxito. Y puede tratarse de un éxito grandioso.