Los Polanco y Jaume Roures extorsionan al público con un monopolio del deporte televisado, conseguido gracias al favor de Moncloa; a los bancos, obligándoles a condonar deuda y a Telefónica, que tendrá que hacerse con Digital Plus. PRISA también trata de vender Santillana y se inventa los compradores: ahora es Pearson, ayer fue Bertelsmann

El viernes 29 de mayo Hispanidad publicaba la noticia de que los dos multimedia de ZP, PRISA y Mediapro-La Sexta unían sus derechos de retrasmisión deportiva para crear un monopolio que les permitiera sobrevivir y pagar sus deudas, que tiene a ambos grupos afines al Gobierno en situación de quiebra técnica. Seis días después, sin citar, el diario económico Expansión nos plagia con todo descaro. Así funcionan los grandes multimedia, los mismos que acusan a la prensa independiente de Internet de falta de respeto.

Y la información, además, anda floja de remos. Mejor contarla así: Moncloa anima a sus dos grupos afines, PRISA, de los Polanco, y La Sexta de los Migueles (Miguel Barroso y José Miguel Contreras) y Jaume Roures a unir esfuerzos y dejar de pelearse, que no a fusionarse, porque si se fusionan Zapatero perdería apoyos políticos. Por tanto, Cuatro y La Sexta seguirán emitiendo como hasta ahora, y aprovechando todos sus canales, concedidos por Moncloa, en beneficio de la permanencia en Moncloa del PSOE. Eso sí, como ambos están en quiebra técnica, necesitan el apoyo de los bancos -segunda extorsión- para que les reduzcan la deuda.

Mediapro tiene aquí pocos problemas, porque sus dos principales acreedores son el ICO y el Instituto Catalán de Finanzas, es decir, que ZP y Montilla se lo pueden arreglar. Pero su deuda total -2.300 millones de euros- es proporcionalmente superior a la de PRISA.

Como ya informamos, los dos acreedores extranjeros de PRISA, HSBC y BNP están hartos de la chulería de los Polanco, por lo que han pretendido ceder sus derechos a los acreedores españoles: Santander-Banesto, Caixa, Caja Madrid y Popular (Expansión introduce al BBVA que, en efecto, también es acreedor, pero no el cuarto, sino el quinto entre las entidades españoles). Pero los bancos patrios se negaron: PRISA tiene hasta el 14 de junio para presentar -tercer plazo- un plan de viabilidad. Ahora, bien, la constitución de un monopolio de retrasmisiones ayudará a refinanciar deuda. En cualquier caso, todas las entidades consultadas saben que tendrán que condonar parte de la deuda disfrazada de refinanciación.

Y hay una tercera extorsión: a Vivendi y Telefónica, porque tendrán que hacerse con la plataforma de TV de pago por satélite Digital Plus, precisamente cuando se impone la TDT, otro favor del Gobierno, especialmente a Mediapro. Telefónica se defiende e intenta que Vivendi asuma la mayoría, lo que puede conseguir, pero no es sencillo.

Y lo más importante de todo: Expansión no juzga, a pesar de que pertenece a El Mundo, enfrentado con PRISA. La gran extorsión es la del propio Zapatero, quien ha comprado el silencio del oligopolio informativo (formado por los grupos de El País, El Mundo, ABC, La Razón y Tele 5) a costa de favorecerles con licencias de TV. Y nadie muerde la mano que le da de comer.

Por cierto, que el asunto no acaba ahí, al menos en el caso PRISA, el maestro de ceremonias del Grupo, responsable de los asuntos más delicados, el abogado Matías Cortés considera que además es necesario vender Santillana, la editorial del Grupo. En el mejor estilo de la Casa, ha filtrado a los medios el interés de Pearson para hacerse con ella, de la misma forma que meses atrás filtró el nombre de Bertelsmann. Es una manera de animar una venta en tiempos en los que nadie quiere comprar.  

Eulogio López

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