El Gobierno ha anunciado a bombo y platillo la eliminación de la Ley de Acompañamiento. Argumentan que se han producido muchos abusos y que era necesario regresar al punto de inicio para evitar caer en la tentación de gobernar a través de la "ley ómbusman", en jocosas palabras de la vicepresidenta Fernández de la Vogue.

Solbes ya anunció que la supresión de la Ley de Acompañamiento introduciría algunas molestias, como tener que establecer un procedimiento paralelo para la Ley de Tasas. Pues bien, en la presentación de las nuevas tasas previstas por el Gobierno para 2005 se afirma que la supresión de la Ley de Acompañamiento "potencia el principio de seguridad jurídica y refuerza el control que el Parlamento debe ejercer sobre las iniciativas legislativas del Gobierno.

Pero también se anuncia que el proyecto de ley de modificación de tasas contempla una alteración de la Ley de Tasas y Precios Públicos para introducir la posibilidad de que las Leyes de Presupuestos Generales del Estado (PGE) puedan cambiar la cuantía de las tasas. O sea, que el próximo año, las tasas se incluirán en anexo del PGE. ¿Ley de Acompañamiento u "ómbusman" a los PGE? Los debates "nominalistas", para Maragall.