Las pistas del misterioso homicidio de un senador de Estados Unidos apuntan a un antiguo asesino soviético, cuyo nombre en clave era "Cassius" y a quien las autoridades creían muerto años atrás. Para encontrarle, y resolver el caso, obligan a volver al servicio a un agente jubilado de la CIA, Paul Shepherdson, que debe formar equipo (a su pesar) con un novato agente del FBI, Ben Geary, todo un topo de biblioteca…

Richard Gere y el joven actor Topher Grace (visto en Spiderman 3 o In good company) encabezan el reparto de este thriller de espionaje de contenido no demasiado original pero que resulta muy entretenido. Ello se debe a que este relato, lleno de vaivenes y donde nadie es lo que parece, se traduce en imágenes con suspense, correctas escenas de acción, un emotivo gancho familiar y, debemos confesarlo, alguna trampa argumental necesaria para atraparnos hasta el final.

Sus responsables, tanto su director Michael Brand como su productor, Derek Haas, conocen bien el oficio porque son unos reputados guionistas a quienes les debemos un western tan atractivo como el remake de El tren de las 3,10 o una secuela tan rentable como A todo gas 2. En esta ocasión su objetivo era hacer una película de cine de palomitas.

La anécdota de La sombra de la traición la protagoniza, la actriz Stana Katic, cuyo rostro se ha hecho famoso gracias a la divertida serie televisiva Castle donde interpreta a la resolutiva y "con estilo" inspectora de policía Becket… En esta película, una de sus escasas incursiones en la gran pantalla tiene un breve papel de prostituta y, desde luego, no está nada elegante…

Para: Los que les gusten los thrillers entretenidos