Sr. Director: 

La Carta Magna reconoce y protege el derecho de todos los españoles a expresar y a difundir libremente el pensamiento, ideas y opiniones, mediante la escritura y la palabra.

La Reina Consorte, según la Constitución Española, no podrá asumir funciones constitucionales, por lo que sus declaraciones no deben tener consideración de Estado, sino simplemente opiniones, como las de cualquier otro ciudadano que manifiesta sus pensamientos, con educación y respeto, hacia los demás.

La Reina, como cualquier otro ser humano, tiene sus ideas y creencias en los diferentes ámbitos del pensamiento social, político, económico, religioso, cultural, o de cualquier otra índole, lo que no es de recibo censurar en una democracia madura, en donde los derechos fundamentales y las libertades políticas son la base para la convivencia.

La sinceridad y honradez de la Reina no debería utilizarse como arma arrojadiza contra la Monarquía Española, porque ojalá todos los políticos expresaran lo que verdaderamente piensan.

A decir verdad, nos llevaríamos muchas sorpresas y a veces dudaríamos, en algunos casos, acerca de la tendencia política que cada uno de ellos abandera, y de si realmente defienden los intereses colectivos, o particulares.

Lorena Mª Pérez Celestino

lorenamariapc@hotmail.com