Francino insistía en sus tesis: es un episodio desproporcionado desde su mismo origen, desde convocar la manifestación, y también que tengan que salir por piernas Bono, su hijo y Rosa Díez, habría que preguntarse quiénes son los responsables de sembrar este caldo de cultivo. No estaría de más mantener un cierto grado de prudencia, porque esta sentencia aún no es firme, y el Tribunal Supremo tiene la última palabra. La pena pede parecer un tanto excesiva.

 

Margarita confirmaba: yo confío en que el Supremo reduzca estas durísimas penas, el retraimiento en la policía ya se ve en Madrid, los policías van a decir a partir de ahora: que investigue otro.

 

A lo que Xavier Martín rebatía: si es verdad que estos señores han cometido esos errores, se merecen esa sentencia, no puede la policía detener ilegalmente a nadie, ese argumento de que luego no harán bien las investigaciones, es extravagante, si es verdad todo esto, no me parece descabellada la sentencia.