El consejero delegado de Bankinter, Jaime Echegoyen, reconocía que han titulizado el 25% de toda su cartera hipotecaria. Con ello ceden cerca del 40% de la ganancia prevista, pero lo cobran antes y pueden reinvertir lo obtenido en nuevos créditos. Titulizar no es otra cosa que juntar los créditos hipotecarios que se conceden a los clientes y venderlos en el mercado en forma de bonos u otros activos negociables en Bolsa. Ninguna entidad española había llegado a tal grado de titulización de su carta de créditos. Fueron las titulizaciones un invento de los enloquecidos bancos de inversión norteamericanos durante los enloquecidos años 80 quienes llevaron a la quiebra a las cajas de ahorros norteamericanas (Savings Bank), la mayor crisis bancaria de todo el siglo XX.

Es cierto como recuerda Echegoyen que el Banco de España no permite liberar las provisiones realizadas para préstamos hipotecarios cuando éstos se titulizan y también lo es que desde aquel entonces, especialmente en España, las entidades han mejorado mucho su capítulo de recursos propios. Pero eso no cambia nada el fenómeno de la titulización como principal responsable de la pavorosa rueda especulativa de los mercados financieros actuales.

Por lo demás, el banco presidido por Juan Arena y propiedad de Jaime Botín ha obtenido unos buenos resultados durante el ejercicio 2003. Ha mejorado la rentabilidad sobre activos (ROA), que pasó del 0,84 en 2002 al 0,88 en el pasado ejercicio. Las cuentas de Bankinter demuestran, asimismo, que el tan temido aumento de la morosidad no aparece por ningún sitio. El nivel de impago sigue bajando, a pesar de las amenazas de una debacle hipotecaria por mor de una subida de los tipos de interés en 2004.

Además, durante el ejercicio vencido la gente ha seguido acudiendo a los fondos de inversión, quizás porque no tenía otro sitio donde acudir, y a pesar de todo lo perdido durante la crisis financiera del periodo 2000-2003. En definitiva, y como se deja ver también en las cuentas de Banesto, la banca española vuelve a obtener espléndidos beneficios por la combinación de dos realidades: la bajísima morosidad y el incremento del crédito.

Más cuestiones. El equipo directivo de Juan Arena se niega a hacer previsiones para 2004. Tras una década en que la obsesión de los analistas consistía en exigir previsiones de ingresos y resultados (cuyo incumplimiento era penado en Bolsa), los directivos bancarios han concluido que la mejor manera de no incurrir en el incumplimiento de previsiones es no hacer previsiones. Por último, hay que reseñar el sistema de pagos de Bankinter con sus 3.111 trabajadores en plantilla. Los trabajadores de Bankinter cobran según tres variables: su sueldo fijo, la retribución variable según resultados y las obligaciones convertibles a largo plazo. Lo más llamativo es que en la cuantía de la retribución variable influye el juicio de los clientes del banco sobre el servicio que reciben.

Por cierto, los clientes de Bankinter se quejan de las comisiones que les cobran. Hay que recordar que el pasado mes de mayo, Bankinter, la entidad más tecnificada de España, comenzó a cobrar a sus clientes por sus operaciones en Internet, además de subir las comisiones habituales por otros servicios. La respuesta del banco es que la decisión fue acertada porque se fueron los clientes menos rentables y se mantuvieron los que más operaciones realizan con la entidad. Por lo demás, Echegoyen desveló que todos los directores de oficina de Bankinter tienen plena libertad para cobrar las comisiones que consideren pertinentes, eso sí, mientras cumplan los presupuestos.

Una curiosidad, Bankinter trabaja con agentes externos dentro del proceso de externalización de servicios que afectan a toda la empresa. En el momento presente, Bankinter cuenta con mil agentes externos, es decir, un 32% de la plantilla.