El Gobierno se niega a desplegar el 150.2 de la Constitución como pide el presidente Montilla

Tras dos horas y media de reunión, el encuentro entre Zapatero y Montilla ha acabado en nada. Montilla afirma que hay que rehacer el pacto constitucional y recuperar la desafección existente. Para eso exige gestos políticos, pero sin concretar nada. No es el momento de concretar leyes, traspasos o declaraciones, sino de política. s decir, de asumir que Cataluña tiene un problema, pero que España también lo tiene.  

De la Vega agarra el guante. Acepta que España tiene un problema si Cataluña lo tiene, pero agrega que también lo tendría si el problema fuera andaluz. La vice insiste en la vaguedad de que exportaremos las vías y los márgenes, pero sin concretar nada, más allá de la anunciada reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Dice que el Estatut tiene un enorme potencial de autogobierno y que hay que explotarlo. Pero no responde a si hay temas irrecuperables. Tampoco lo hace Montilla que entiende que Zapatero tiene un rol diferente al suyo. ¿Es cuestión de roles o de convicciones?

Por lo demás, aunque Montilla apuesta por el despliegue del 150.2 de la Constitución que permite el traspaso de competencias exclusivas del Estado, De la Vega coloca las líneas rojas: No estamos en eso porque el Estatut va más allá; no es necesario para desarrollar todo lo que cabe en el ámbito del Estatuto. Vamos, que no es lo que más le satisface. El problema es que Montilla sólo observa un Estado federal como satisfactorio para Cataluña. ¿Cederá el Estado? Sí, pero a ritmo lento porque según De la Vega hablarán de estos temas en los próximos meses cuando Montilla habló de las próximas semanas o meses. Menos mal que el discutido Estatut seria la norma para varias generaciones.  

Por lo demás Montilla ha señalado lo siguiente

  • Acato esta sentencia, pero no la comparto. No puede estar por encima de la voluntad de pacto. Es tiempo para la política y para recuperar el pacto estatutario y reforzar el pacto constitucional. Pacto que deberá rehacerse sobre la base de la política
  • Hay que entender España desde una perspectiva plurinacional y federal, la única que entiende Cataluña
  • He explorado caminos, calendario y las vías jurídicamente sostenibles y parlamentarias posibles
  • Hay que buscar un fuerte impulso político para el desarrollo del Estatut. Con celeridad y energía
  • Sólo un fuerte impulso político podrá superar la desafección
  • No es el momento de abandonar el estatuto. Hora de impulsarlo, no de reformarlo.
  • No descartar reformas constitucionales cuando sea posible
  • Cerrar en falso un problema es el peor remedio
  • A la sociedad catalana no se le puede tapar la boca porque somos una nación: España no se puede tapar los ojos.
  • La tarea no puede limitarse a una, dos o tres resoluciones, leyes o competencias. Hoy debemos dar cumplida respuesta al interrogante: ¿podemos seguir trabajando juntos en un proyecto compartido basado en la diversidad? Para ello, las instituciones del Estado deben cambiar su actitud. Se basa en el respeto a las diversas realidades nacionales y regionales.
  • Mi obligación es trasladar estas reflexiones y estas demandas parea que Cataluña pueda prosperar en libertad
  • No renunciamos a la reforma constitucional, pero no es nuestra prioridad; sería empezar la casa por el tejado, aunque posiblemente sea necesario en el futuro
  • Los intangibles para mi son más graves porque afectan a la confianza, la credibilidad y a la moral del pueblo de Cataluña.
  • Espero que quien tenga que hacer los gastos los haga

Por su parte, De la Vega ha dicho lo siguiente

  • Ha sido una reunión cordial, diálogo constructivo y posibilidad de autogobierno. Ambos comparten el espíritu y la letra de la resolución del Congreso: preservar y profundizar el anhelo de autogobierno mediante una acción política para preservar esos anhelos que caben en la Constitución
  • Amplio márgen: poner en marcha leyes (para lo que permita el Estatut), competencias (acelerar los traspasos e impulsar los que se establecen), impulsar la bilateralidad institucional.
  • Reconocimiento de esa identidad. Con especial cuidado a la hora de abordar cualquier iniciativa para respetar los ámbitos competenciales. Por ejemplo, un informe de afectación de competencia (que ya existe)
  • Tenemos que tender puentes para restaurar la confianza; el entendimiento es querido, deseado y necesario.

No es exactamente lo mismo