Sr. Director:

Muchos de los electores que votaron por Andrés Manuel López Obrador ya se están arrepintiendo por la actitud que está tomando ante los resultados obtenidos.

Durante toda la campaña dijo que respetaría los resultados del IFE así fuera con la diferencia de un voto, la diferencia no fue de un voto, sino de 250 mil.

López Obrador tiene una historia muy particular que muchos se niegan a ver, ha sido un luchador social que se ha valido de métodos que violan la ley consistentemente, recordemos la toma de los pozos petroleros, recordemos el caso de cuando se postulo como jefe de gobierno que no cumplía con los requisitos de ley, para lograrlo  amenazo con movilizaciones para presionar al tribunal electoral y este cedió violando la ley.

Desde el primer día en que tomo posición como jefe de gobierno empezó a hacer campaña para llegar a la presidencia de la república diciéndonos que diéramos por muerto, pero era claro que ya estaba haciendo campaña.

Ejerció una manipulación sobre los medios de comunicación que siempre estuvo presente en estos, hablaba de lo que quería hablar, no lo que los medios querían saber, cuando se le preguntaba acerca de temas difíciles contestaba con un lo que diga mi dedito o amor y paz, siempre estuvo haciendo alusión a lo que hacía  o  dejaba de hacer el presidente.

Su lema de campaña fue por el bien de todos, primero los pobres.

Gracias a su política, ¿Cuántos pobres dejaron de serlo?

Su obra  Máxima obra fue el segundo piso del periférico, ¿Cuál fue el beneficio que le reporto a los pobres?

Otro lema de su campaña fue la Honestidad valiente. ¿Dónde estuvo la valentía para hacerle frente a la delincuencia en la ciudad de México?, ¿Dónde estuvo cuando el linchamiento de los policías en Tlahuac?

Recientemente se entrego a los medios un estudio de mercadoctenia sobre las marcas de todos los candidatos de los cuales se dice en el estudio de todos ellos que ninguno de los candidatos representa la forma de pensar y actuar de la mayoría de los mexicanos.

El experto en mercadoctenia Alfonso Noriega Ortiz nos dice de López Obrador  Utilizo la teoría de la conspiración como estrategia política para posicionarse públicamente.

Su comunicación la fundamentó en la confrontación y en la división de la sociedad. La imagen de marca AMLO se deterioró por asociarse a violencia, ilegalidad y corrupción.

Fue una marca con liderazgo parcial que no contó con una estructura nacional de partido.

Es una marca atractiva para los medios de comunicación por su capacidad vendedora de noticias.

La marca AMLO no representa la forma de pensar y de actuar de la mayoría de la sociedad.

Construyo imagen de marca con la participación de líderes de opinión y medios afines

Su mensaje de marca generó esperanza en un sector social y temor en otros.

Fue una marca que no logró ser adoptada por una mayoría de los ciudadanos.

Me llama poderosamente la atención lo que dice Alfonso Noriega cuando afirma que AMLO es una marca atractiva para los medios de comunicación por su capacidad vendedora de noticias.

Durante cinco años estuvieron los reporteros de la fuente madrugando para dar cuenta de todo lo que decía el exjefe de gobierno, que en realidad no decía algo significativo, ¿Acaso decía algo importante que todos los mexicanos debíamos saber? ¿Acaso nos ilustraba con su sabiduría para que los mexicanos actuáramos en forma correcta ante la multitud de problemas?

Los medios tuvieron la responsabilidad de alimentar las ínfulas de grandeza de López Obrador, fueron los  responsables de alimentar el caudillismo y de que hiciéramos a un lado la institucionalidad.

El excandidato nunca tuvo la estatura del estadista, del hombre de estado y de la grandeza como político como para que los medios de comunicación pusieran toda la atención sobre  él.

López Obrador ha dado muchas muestras de ser un hombre autoritario, manipulador, soberbio,  dogmático, mesiánico y contestatario. Todas estas características lo convierten en un personaje peligroso una vez estando en el poder.

Se habla de que López obrador polarizo a la sociedad, los pobres contra los ricos, pero paradójicamente también lo hicieron los medios de comunicación, hubo unos que siempre le dieron los espacios para hablar bien de él, otros para hablar mal, en los dos casos centraron su atención en el personaje, no en las ideas para hacer de México un mejor país.

Los periodistas dejaron de serlo para convertirse en propagandistas

Quienes escribieron y hablaron bien de López Obrador lo convirtieron en un salvador de la patria y quienes hablaron contra él lo convirtieron el peor de los monstruos.

En los dos casos se exageró puesto que no existe el hombre solo que lleve a destruir a un país, sino que necesariamente son amplios sectores de las sociedades que se arrastran mutuamente. 

Es entendible el papel que han jugado los medios de comunicación puesto que todavía no hemos salido de nuestra inmadurez después de haber estado atados desde siempre bajo la tutela del estado.

Los medios de comunicación, como la sociedad  estamos pasando por un periodo de la adolescencia en la que no sabemos de donde venimos y a donde vamos ni tampoco nos damos cuenta en donde estamos en estos momentos.

En el año 2000 el gobierno soltó las riendas y cada quien hizo lo que quiso. En este ambiente muchos se sintieron desprotegidos y estos mismos son los que quieren adoptar nuevamente el paternalismo que nos ofrece López Obrador.

Desde luego que no es conveniente que regresemos a la inmadurez como sociedad, ahí está el reto para todos, sobre todo en los medios de comunicación.

¿Cómo sería una actitud madura en los medios de comunicación?

El problema esencial en los medios de comunicación es que no se ha tenido una clara definición con respecto a la función de estos en la sociedad. En el pasado los medios solo fueron la prolongación de las oficinas de relaciones públicas de los gobernantes en su gran mayoría y el resto de los medios estaban ahí solo para denunciar y ser un contrapeso débil del estado.

Hasta este momento no existe una clara definición de la función de los medios, los mismos periodistas no se ponen de acuerdo en que papel debemos jugar ante las circunstancias que vivimos.

La ley que supuestamente rige a los medios de comunicación habla de cuatro funciones: Informar, orientar, educar y entretener, pero como sucede en gran parte de la sociedad, ignoramos el verdadero significado de nuestras leyes.

Lo que más se cumple es con informar, pero se hace de una forma indiscriminada, desarticulada y descontextualizada que no tiene ninguna utilidad para la población para la cual se informa.

El otro aspecto que contempla la ley es acerca del entretenimiento, pero se ha llegado a espacios verdaderamente insanos que lejos de ayudar a entretener sanamente, se daña sobre todo a la niñez por los contenidos perversos, sobre todo en la televisión.

Lo de orientar y educar están totalmente fuera de la intensión de los medios. Se podría alegar que existen las televisoras culturales, pero la audiencia que estos tienen está fuera de toda proporción.

La temática que se debería abordar  en la circunstancia que vivimos es lo referente a problemática social, tenemos la inseguridad, el desempleo, la corrupción, el narcotráfico, la impunidad, etc.

La idea es ayudar a confrontar los problemas tal y como son y a partir de ahí ver lo que nosotros como sociedad hacemos para tener esos grandes problemas, los grandes problemas no se hacen solos, sino que necesariamente nosotros los construimos y después imploramos para que otros nos los resuelvan.

Lo que necesitamos de los me