Si no existiera Alex Rosal habría que inventarlo. Las páginas religiosas del diario La Razón, que dirige este periodista, publica, en su edición del miércoles 9, un reportaje, firmado por Xiana Siccardi, en el que se describe un documento elaborado por el lobby rosa para el PSC (los socialistas catalanes) sobre la religiosidad (www.larazon.es).

El lobby rosa catalán, alguno de cuyos representantes figura en el aparato del partido que lidera Pascual Maragall, es de los más agresivos del mundo. Incluso disponen de un confidencial en el que machacan a todo aquel que ose defender la heterosexualidad (ya saben, pura homofobia) y semi-chantajean a las empresas que no se suscriben a él, a alto precio, por supuesto, que no en vano estamos hablando de impuesto revolucionario. También presionan a los que conceden premios y participan en los nombramientos de cargos en los medios públicos. Una ricura, vaya.

Pues bien, según la sectorial de gays y lesbianas catalana, elaboradora del informe, lo que hay que hacer es erradicar cualquier vestigio de religiosidad en la sociedad. Naturalmente, se dice religiosidad por decir alg de lo que realmente se está hablando es de la religión cristiana.

Y no se crean, el informe del que da cuenta La Razón proporciona muchas ideas. Por ejemplo, evitar que se celebren misas en las fiestas populares o que los equipos de fútbol realicen ofrendas florales a la Virgen.

Al mismo tiempo, los socialistas catalanes pretenden modificar el sistema de financiación de la Iglesia por una aportación voluntaria de los fieles, como en Alemania. Al parecer, se olvidan de que en Alemania la aportación es obligatoria, salvo que te confieses ateo, y cada cual decide a qué Iglesia va a parar su aportación.

De verdad, el documento no tiene desperdicio. Además, podríamos aplicar cada una de esas sugerencias al Islam. Lo que nos íbamos a reír. En un momento dado, y en pro del Estado aconfesional, el documento exige que los políticos practiquen su religión en privado. Supongo que la próxima exigencia del Estado aconfesional consistirá en que los curas vistan de paisano por la calle, lo otro sería una provocación, y que, por decir algo, se prohíba santiguarse en la vía pública o mirar una imagen de la Virgen (imágenes que, por otra parte, se habrán retirado). Los templos, en un Estado aconfesional, no podrán acabar en una cruz, porque eso sería un lamentable atentado contra la aconfesionalidad de la república.

Porque esta es la cosa. Verán: la libertad religiosa no consiste en que cada cual pueda profesar la fe o creencias que considere oportuna. Ese tipo de libertad, de corte interna, no hace falta regularla. Es obvia y no precisa ninguna normativa que la refrende o defienda. Es como si alguien decretara la libertad de amar: nadie puede obligarme a amar, ni bajo tortura. No, las libertades públicas son externas. No se regula la libertad de amar, sino el matrimonio. De la misma forma, no se regula la libertad religiosa, sino la libertad de culto. Recluir la expresión religiosa al hogar es simplemente un atentado contra la libertad, uno de los más graves.

Ahora bien, como ya hemos repetido, los enemigos de la Iglesia pretenden destruirla, sí, pero antes pretenden conquistarla. Por ello, el informe habla de establecer una especie de religión del Estado. Hay una referencia a los bautismos civiles, al estilo republicano francés. En efecto, fueron los ilustrados franceses, y posteriormente el amigo Napoleón, que de ilustrado tenía más bien poco, quienes decretaron la religión del Estado y el altar de la patria. Deificar la patria, habrá que repetirlo otra vez, no es más que fascismo. De hecho, Benito Mussolinni no hizo más que darle nombre, pero los inventores del fascismo fueron los revolucionarios franceses, los del cristianicidio de La Vandée, los de la diosa Razón y los funerales civiles, los que conjuraban el miedo a la muerte llamando dormición al óbito. Sí, el regalismo francés fue el inventor del fascismo. Ahora, no lo llaman regalismo: lo llaman laicismo. No, no voy demasiado lejos: ¿Puede el PSOE, o su división catalana, el PSC, tender hacia el fascismo, asumiendo el anticlericalismo rabioso del lobby rosa? Por supuesto, que sí. Es más, desde el momento en que se juega con la libertad religiosa, el paganismo fascista hace su aparición.

En definitiva, con la mano derecha golpeo a la Iglesia, con la izquierda trato de crear una nueva Iglesia. 

Conclusión, crece la lista de parangones. Todavía hay algo más tonto que un obrero de derechas: un hombre feminista. Pero todavía hay algo más tonto que un hombre feminista: un cristiano progresista. Pero todavía hay algo más tonto que un cristiano progresista: un católico que cree en la inocencia de Zapatero, cuando el presidente del Gobierno exhala que en España los católicos tienen todas las libertades del mundo. Si al menos hubiera añadido ...por ahora....

Eulogio López