• Telecinco no deja de ser la misma cadena que presionó a Palacio con imágenes que podían desestabilizar la Monarquía.
  • Y en Podemos buscan un encuentro con la Reina, sabedores de que cuentan con la predisposición de la Soberana.
  • Doña Letizia afronta también la amenaza del nuevo diario de Pedro J. Ramírez.
  • La cuestión es que su Majestad continúa fuera de control: se niega a alternar con militares, según el trío de colectivos que no le agradan: políticos, curas y militares.

SM doña Letizia Ortiz, Reina de España (en la imagen), invitó a desayunar en la Zarzuela a Paolo Vasile, el hombre de Telecino en España y rey de la telebasura. El asunto ha sorprendido porque resulta que es la misma cadena que presionó a Palacio con la amenaza de imágenes que podrían desestabilizar la Monarquía. Gran impresión también entre unos monárquicos, que se han ido alejando de los nuevos Reyes de España. Y a todo eso se añade que doña Letizia se enfrenta a otro ataque, el que planea el periodista Pedro J. Ramírez, para su diario El Universal, el diario de la venganza.

En plata, desde su ascenso al trono, Doña Letizia no ha cambiado mucho y eso que su papel actual le gusta mucho más. Es fiel a sus tres animadversiones favoritas. De hecho, cuando Juan Carlos I reúne a su esposa Doña Sofía, a su hijo, el actual Rey Felipe VI, y a su esposa, Doña Letizia, para explicarles la razón de su inesperada renuncia la trono, su nuera exhala: "A mí todo eso me parece muy bien mientras no tenga que tratar con políticos, curas y militares". Al parecer, tres colectivos que no son de su agrado, aunque, en su papel de Reina, tenga que alternar asiduamente con ellos.

Es más, durante un reciente almuerzo del Rey Felipe VI con sus compañeros de promoción militar, doña Letizia se negó en redondo en asistir al ágape, y se marchó.

En cualquier caso, Su Majestad es muy independiente. Por ejemplo, sólo acepta estar en los actos donde aparecen las cámaras. Ejemplo, durante la entrega de los Premios Príncipes de Asturias, sólo acudió a los actos retransmitidos por TV. En la cena informal, con los premiados y otros invitados, desapareció. No había cámaras. Y quien tuvo que ejercer de anfitriona fue la Reina Sofía.

Deberíamos darnos cuenta de la rabiosa independencia de su Majestad doña Letizia. Y así, el líder de Podemos, el revolucionario Pablo Iglesias, no deja de alabar su personalidad; hasta llegar a reconocer que es mejor dialéctica... que él mismo. Seguramente un ditirambo digno de una Reina. Podemos no busca la proximidad al Rey, sino a la reina consorte, que no forma parte de la casta. Como ellos.

Eso sí. Todavía no hemos conseguido de la nueva Reina de España una sonrisa auténtica, no forzada. Pero el éxito se espera a cada instante.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com