Tomás Gómez se enfrenta así a todo el progresismo socialista que no condena la prostitución en sí sino a los proxenetas

 

El candidato a presidir la Comunidad de Madrid, Tomás Gómez, aseguraba en la mañana de este viernes que aboliría la prostitución por moralidad. La idea choca con la de sus compañeros socialistas- que lejos de quitar de las calles a las prostitutas, menos por cuestiones morales,- aseguran que a quien hay que quitar de las calles es a los que manejan al colectivo, a la mafia que se beneficia del negocio más antiguo del mundo. Gómez, que se ha referido al asunto de manera personal, demuestra cierta sensibilidad hacia estos asuntos. ¿En otro areópago, en otro escenario y sin elecciones en medio, habría declarado lo mismo? En cualquier caso la declaración es explosiva.

José Luis Panero

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