Antonio Gonzalez-Adalid considera que la prohibición de que un accionista controle más de un 5% de ENAGAS es razón suficiente para proteger una infraestructura básica del Estado y evitar que la gestión de la empresa se guíe por criterios especulativos propios de los grandes fondos internacionales. En declaraciones a Hispanidad, Adalid reconoce que estas cortapisas no suelen ser del agrado de los mercados financieros, pero considera que es una ley y que se trata de un caso especial. Al mismo tiempo, recuerda que el otro modelo, el británico, no logrado precisamente buen resultado. En el Reino Unido las redes de gas y de electricidad son públicas y están unificadas. Se da la circunstancia de que, al llegar el Gobierno Zapatero al poder, se quiso hacer lo mismo en España. Para Adalid esto sólo fue una opinión interesada de los bancos de inversión, que tenían mucho negocio que ganar con una operación de estas características.

Ahora mismo el capital de ENAGAS está compuesto por un 50% de capital flotante, 25% en manos de Gas Natural (que tendrá que readucir al 5% antes del 31 de dic de 2006) y un grupo de cajas que se reparte paquetes de 5%: Bancaja, Cajastur, CAM,y Sagane (el grupo de cajas pequeñas lideradas por Caja Murcia).

En otro orden de cosas, el presidente de ENAGAS  considera que hay que modificar el actual sistema de retribución por tarifas, en concreto la posibilidad que tienen los grande consumidores de pasar de retribución libre a tarifa según evolucione el mercado : La tarifa se creo para proteger a los consumidores, no para favorecer a los grandes.

El sector del gas esta creciendo a un 16% desde que se emplea como combustible para producir electricidad y se espera que el ritmo e crecimiento se mantenga durante los próximos años. Sin embargo, el presidente de Gas Natural, Salvador Gabarró, afirmó el miércoles lo mismo que ahora remacha Adalid: La tarifa en España está demasiado barata, dados los precios del gas en los mercados internacionales.

Adalid apuesta también por que el segundo gaseoducto del Magreb (Medgas)  se llevara finalmente a cabo. A fin de cuentas, todo el sector recuerda que los gaseoductos se están colapsando por el aumento de la demanda. Por otra parte, Adalid recuerda que no es posible que un gaseoducto llegara de Europa, dado que las fuentes de suministro (por ejemplo Noruega) son muy lejanas. Ahora bien, la llegada de gas desde el Magreb provoca un problema añadido : la excesiva dependencia que el suministro energético español tiene del gas argelino.