Las espadas continúan en alto en la televisión pública RTVE. Desde la llegada al poder de Rodríguez Zapatero, los sindicatos CCOO y UGT cambiaron de actitud y se convirtieron en serviciales colaboradores de la directora general Carmen Caffarel. Pero su paciencia se ha agotado con España Directo, el programa cuyo inicio estaba previsto para la tarde del miércoles 6, y que en principio sería realizado en un 40% por la plantilla de RTVE y en un 60% por la de la productora Mediapro. Esta productora catalana es propiedad de Jaume Roures, que en su día capitaneara el No al a guerra del mundo audiovisual, una campaña orquestada con el PSOE y que influyera en la derrota electoral del Partido Popular en marzo de 2004.

Mediapro, además, prosigue su proyecto de fusión con Globomedia, otro puntal socialista en el mundo audiovisual, cuyo hombre fuerte es José Miguel Contreras asesor de imagen de Zapatero, amigo personal y colaborador del secretario de Estado de comunicación, Miguel Barroso y el hombre que decidió que Carmen Caffarel se convirtiera en directora general de RTVE el mismo que está buscándole sustituto.

Pero Mediapro no trabaja tan sólo con RTVE, sino que lo ha hecho con Tele 5 y A-3 TV, especialmente con Maurizio Carlotti. Es una productora que se ha especializado en precarizar el empleo, cogiendo a aquellos trabajadores que los canales (Carlotti es un auténtico experto en la materia) externalizan.