Juan Manuel de Prada desglosa los argumentos empleados para eliminar embriones sin pestañear

Cuando muchos dan por cerrada una polémica que hasta ahora se trató de ocultar, Juan Manuel de Prada escribe este lunes en ABC para poner el dedo en la llaga. De Prada critica ese término progre empleado para definir a las personas que acaban de ser concebidas: "pelotas de células", que ya ni siquiera "embrión" sirve para engañar al personal. Porque ese es el truco: engañar y, como dice el autor, ocultar a la conciencia el hecho objetivo de que es una vida lo que se elimina. Parte de ese engaño consiste además en conceder el mismo tratamiento a las células madre obtenidas tras la destrucción de un embrión y a las obtenidas del tratamiento del cordón umbilical, como tantas veces ha advertido Hispanidad.

A esto se añade la coartada humanitaria. El premio Planeta señala el argumento habitual de utilizar esas pelotas de células para salvar vidas, sin reconocer que para salvar a unos se está eliminando a otros. Juan Manuel de Prada denuncia el señalamiento social como "fundamentalista" de quien se atreva a defender que el embrión ya es una persona. Todo con un objetivo final: ganar dinero.

Finalmente, advierte el autor que "mientras consideremos a esos embriones pelotas de células que ni sienten ni padecen, seguiremos encontrando coartadas que justifiquen su destrucción". Así pues, cuidado con considerar que se ha producido un armisticio porque las teorías y los objetivos descritos en el artículo de Juan Manuel de Prada continúan tan vigentes como el primer día.