Con el connivente silencio del grupo Prisa, ha comenzado en la Audiencia  Provincial de Madrid el juicio contra la plana mayor del Felipismo y contra los principales directivos de la multinacional alemana Siemens por el Caso AVE, o presunta financiación ilegal del Partido Socialista. El Caso AVE fue desgajado del sumario Filesa por su especial entidad. En pocas palabras, las obras del tren de alta velocidad fueron presuntamente aprovechadas por altos cargos del PSOE para cobrar comisiones ilícitas, en especial de la empresa Siemens. En el banquillo se sientan el ex ministro de Transportes, Julián García Valverde, el secretario del socialista Guillermo Galeote, Sotero Jiménez, el más famoso fontanero de Moncloa durante la etapa Felipe González, Florencio Ornia, Aída Álvarez, Luis Oliveró, etc.

Por parte de Siemens, responden Mario Huete, Juan José Chinchilla y Francisco Francés, presidente de Siemens en aquella época.

A Siemens le ha costado mucho tiempo borrar su imagen de empresa que soborna a políticos para obtener contratos. En otros países, hasta en Colombia, se les prohibió actuar durante años. Sin embargo, en España Siemens es hoy el principal proveedor de sectores estratégicos, especialmente el de comunicaciones.

La vista comienza justo el día en el que el ex secretario de Estado de Seguridad de Felipe González, Rafael Vera, presunto cabeza de los GAL, ingresaba en la cárcel de Segovia  para cumplir 7 años de cárcel por el robo de fondos reservados.

Zapatero trata de romper amarras con el Felipismo. No tendió la petición de indulto para Rafael Vera, realizada por Felipe González, al tiempo que el propio Vera renunciaba a la huelga de hambre que estaba dispuesto a llevar a cabo.