Sr. Director:

¿Imaginan ustedes que el Estado estuviese repartiendo masivamente un fármaco a niñas de 10 y 11 años, sin que se enteren sus padres, sin receta médica, y que en ese fármaco ponga que no se recomienda para menores de 16 años? Pues bien, sucede en Madrid y en Barcelona y otras comunidades autónomas. El fármaco se llama Norlevo. He cogido un prospecto y lo ha leído : No está recomendado para su uso en niñas ya que los datos disponibles en adolescentes menores de 16 años son muy limitados. Cualquiera puede leerlo.

¿Que para qué sirve el Norlevo este que reparten a nuestras hijas sin avisarnos a los padres? No es un medicamento porque no cura nada. Es la famosa píldora del día después que reparten la señora Geli en Cataluña y Gallardón en Madrid a las niñas cuando se rompe el condón (cosa que les pasa a 42 parejas cada noche en Cataluña, según datos de la Generalitat).

En este país, para ponerle la antitetánica a un chaval de 16 años le piden permiso a los padres; en cambio dar una fortísima droga no experimentada a tu hija de 12 ni te avisan. ¿Soy el único que veo algo absurdo aquí o es que el Estado es dueño de muestras hijas?

Pablo Ginés

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