Pakistán, Filipinas, Indonesia  o Nigeria vuelven a ser objetivos de ataques contra los cristianos

 

El Papa pidió en la bendición Urbi et Orbi por la libertad religiosa.

Aunque las persecuciones contra los cristianos se dan durante todo el año, parece que la celebración de la Navidad convierte en esta época en un momento especial de ataques contra los creyentes.

Mientras en Pakistán el caso de Asia Bibi volvió el rostro de Occidente ante ese problema, ahora ya nadie parece acordarse. Pero los problemas continúan. Así, aunque estaban previstas manifestaciones de cristianos para pedir que se suprima la Ley contra la blasfemia, se han tenido que suspender por miedo a actos violentos por parte de grupos musulmanes contra los cristianos.

También en Asia, en Indonesia, los cristianos no han podido siquiera rezar en sus casas. Además de que las autoridades han impedido a los cristianos construir una iglesia, ahora la policía y grupos de exaltados han rodeado las viviendas de cristianos en Hendro Pandow, una localidad cerca de la capital Yakarta, para impedir que pudieran realizar actos de culto en el interior de las casas. 

Pero también ha sucedido en Filipinas, donde una bomba explotó en una iglesia provocando 11 heridos.

Y en África, en Nigeria, más de 30 personas han muerto en la víspera de Navidad por ataques a varias iglesias en la ciudad de Jos, en el estado central de Jos.

Todos esos casos, son una continuación de las persecuciones que han ido sufriendo las comunidades cristianas en otros países y a las que el Santo Padre ha aludido continuamente en sus discursos. Durante la bendición Urbi et Orbi hizo referencia a todos estos casos y pidió comprometerse por el pleno respeto de la libertad religiosa de todos. Pero, por desgracia no parece que esa situación vaya a arreglarse. El único consuelo es saber que la sangre de los mártires es semilla de cristianos.

Juan María Piñero

juanmaria@hispanidad.com