• Los fondos intensifican sus esfuerzos para desembarcar en las entidades finacieras.
  • Pero, de momento, los fuertes descuentos exigidos han frenado su entrada.
  • Sin embargo, la amenaza persiste. Primero, para las cajas y luego para los bancos medianos.
  • Y en horizonte, peligra la función social de la banca.

Los grandes fondos, todos ellos internacionales y más concretamente anglosajones, han intensificado sus esfuerzos para desembarcar en las entidades financieras de nuestro país. Las condiciones son idóneas para ellos: a la reestructuración del sector, con las consabidas exigencias de capital, se une la incertidumbre que atraviesa el mercado bursátil y el hecho de que las entidades buscan el camino más rápido y sencillo para cumplir con esas exigencias.

Ahora bien, tomar el camino más rápido y sencillo no implica malvender. Es el caso, por ejemplo, de BMN, Ibercaja y Banco de Crédito Cooperativo (BCC), entidad cabecera del Grupo Cooperativo Cajamar. Aunque la situación de las tres entidades es bien distinta, las tres comenzaron a indagar, durante la primera mitad de este año, sobre la posible entrada de fondos en su capital.

Sin embargo, los fuertes descuentos exigidos por estos fondos han paralizado su desembarco. A ver si nos entendemos: los fondos van a lo que van y su objetivo no es, precisamente, hacer banca doméstica. Quieren ganar dinero -hasta ahí, como cualquier empresa- pero a través de al especulación más brutal, sin importarle las consecuencias sociales y, mucho menos, las personales. Los fondos trocean el activo y venden las piezas al mejor postor, por separado. ¿Qué ocurre si al desguazarlo, el activo deja de funcionar No importa. Lo importante es ganar dinero con la operación.

Evidentemente, estas operaciones no se hacen de la noche a la mañana. Requieren su tiempo, sobre todo si se quiere sacar una buena rentabilidad. Pero el primer paso siempre es el mismo: comprar a bajo precio, con un gran descuento. Y ahí es donde las entidades se han plantado, de momento. Pero la amenaza persiste. Primero, para las cajas, pero los siguientes serán los bancos medianos.

Y, en el horizonte, peligra la función social de la banca que, aunque se haya desdibujado en los últimos años, la tiene y es muy importante. Ojo, pues, a la 'fondización' de las entidades financieras.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com