Según Urkullu, bajo la existencia perniciosa de la violencia, que ha condicionado las aspiraciones legítimas del nacionalismo y porque algunos se han refugiado en la existencia de ETA para no abordar un problema político, la paz y el proceso políticos son caminos que en algún momento tendrán que converger, la paz no puede tener precio político pero la política puede ayudar a la paz.

 

También se ha mostrado en contra del boicot a empresas: Hemos vivido las consecuencias del boicot a productos vascos en el estado español, cuando el PP todavía gobernaba. Ni en ese momento, ni en momentos en contra de empresas españolas hemos defendido esas prácticas, ha dicho Urkullu y ha añadido que no defendemos las prácticas de hacer boicot a empresas. La trayectoria del señor Anasagasti no es esa.