Sr. Director:

Tenía yo 11 años en el verano de 1936 cuando suboficiales y tropa de la guarnición de Menorca se sublevaron contra sus jefes y los encerraron en la fortaleza de la Mola.

A mi padre junto con otros jefes de mayor gradación los metieron en un camión con la excusa de que iban a declarar ante la justicia. A mitad de camino hacia Mahón y en un sitio llamado Los Freus los hicieron bajar y los asesinaron. Sus cadáveres los metieron otra vez en el camión y los tiraron en la puerta del cementerio.

Los demás presos que quedaron en la Mola mientras estaban cenando en el patio de la prisión fueron asesinados por disparos de ametralladora desde las esquinas altas de dicho patio. No murieron todos, algunos quedaron malheridos entre los cadáveres y al amanecer del día siguiente los pusieron contra la pared y los fueron fusilando hasta que un cabo guarnicionero levantó la voz y dijo : ¡Dejarlo, ya nos hemos cargado a bastantes!

El brigada Pedro Marqués que se autonombró comandante militar de Menorca, seguramente para demostrar su autoridad, saliendo un día del gobierno militar se topó con un pobre sacerdote, el Reverendo Huguet, que llevaba un crucifijo colgado de su cuello. Lo paró y sacando la pistola le dijo : "Si no escupes ese crucifijo te pego un tiro" No sé lo que le contestó el sacerdote pero allí mismo fue asesinado.

Esta es mi memoria histórica. Lo que le pasó al tal Marqués después de la guerra no me importa, pero si fue detenido, juzgado y fusilado no fue represión, simplemente se hizo justicia.

Todo esto ocurrió como dice el Excelentísimo Sr. D. Santiago Carrillo luchando por la libertad.

El nº de Jefes y oficiales asesinados en la Mola los días 2 y 3 de Agosto del 36 fue de 104.

Los sacerdotes asesinados los días 18 y 19 de Noviembre fueron 37.

De los civiles no tengo datos.

Laureano Dolz del Castellar Almonacid

jorgeq@jazzfree.com