Mientras no llegue la nueva era tecnológica, sea de fusión nuclear o de hidrógeno (que en el fondo utilizan un mismo material), el petróleo continuará marcando el futuro, por no hablar del carbón. Además, la moda ecologista ataca al petróleo, pero también a la energía nuclear, al tiempo que propicia el gas, y las reservas no dejan de aumentar. Conclusión: la era del petróleo durará mucho.

Y esto es malo, porque el petróleo se rige por el oligopolio de la OPEP y las compañías petroleras han dejado de confiar en las promesa del cartel. Ahora mismo, la OPEP está compuesta por seis tiranías y cuatro fragilísimas democracias (más Iraq, que es caso aparte, y pueden introducirlo donde deseen).

En el grupo de tiranías, figuran Arabia Saudí (que representa nada menos que un tercio del total de la producción), Irán (un sexto), Qatar, Libia, Kuwait y Emiratos Árabes.

Entre las casi democracias, nos encontramos con Argelia, Nigeria, Indonesia y Venezuela (que representa un octavo de la octavo total).

En efecto, se entiende que no se fíen.