Estamos al cabo de la calle del daño que producen los alimentos basura como la confitería industrial, el beicon, la longaniza o la hamburguesa cargada de queso.

 

Y aún así continuamos consumiendo este tipo de comida, a veces de manera compulsiva.

Esta manducatoria provoca problemas atañidos a la obesidad infantil y que son cardiovasculares y endocrinos. Sin embargo existe otro dilema muy delicado, el cáncer que, según un estudio publicado en la revista Cell, se afirma que el sobrepeso actúa como promotor de tumores en general y en particular el de hígado. En los últimos diez años se ha duplicado la obesidad infantil alcanzando un 13,9%.

Así mismo, un equipo de eruditos del Instituto de Investigación Scripps de EEUU, ha declarado que la comida basura puede ser tan adictiva como la que originan las drogas; el cigarro o la cocaína.

El análisis divulgado por la revista Nature Neuroscience asevera que los mismos dispositivos moleculares del cerebro que favorecen la adicción a los estupefacientes se activan cuando se consumen comestibles con un alto contenido calórico.

La investigación, presidida por el catedrático Paul J. Kenny del Instituto de Investigación Scripp y analizada a lo largo de tres años, ha aclarado que a los adictos se les aminora la capacidad de activación de los circuitos mentales responsables de la memoria y de sus experiencias positivas, ya que dejan de desempeñar esas actividades por la gratificación que reciben de los alcaloides y pasan a hacerlo de manera adictiva.

Las secuelas que se provocan, según esta investigación, tienen una importancia muy grande en  nuestra sociedad ya que la gordura se ha trocado en un serio conflicto para la salud pública y que perturba a más del 15% de los seres humanos.

Por otra parte, el Centro para la Libertad de los Consumidores de EEUU lanzó una campaña en contra del sobrepeso bajo el lema obesidad: ¿epidemia o exageración?.  Pretende negar lo obvio en el país con más gordos del mundo. El diario del Colegio Médico señalaba que la obesidad era la segunda causa de muerte en este país.

Clemente Ferrer

clementeferrer3@gmail.com